En España, todos los vehículos a motor están obligados a contratar un seguro de responsabilidad civil para poder circular. Este seguro debe cubrir, al menos, los daños a otras personas u objetos en caso de accidente. La modalidad básica es la que se conoce comúnmente como seguro a terceros.
Esta obligatoriedad viene regulada por la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de los vehículos a motor (RD 8/2004). En esta norma se establece también la cuantía de las sanciones para quienes circulen con vehículos sin asegurar, las cuales van desde 601 euros hasta 3.005 euros.
Naturalmente, la opción más recomendable para cualquier conductor es disponer de un seguro a todo riesgo que le cubra ante cualquier eventualidad, aunque esta es también la opción más cara.
Tabla de Contenidos
Tipos de seguro a terceros
Dentro de la opción básica que representa el seguro a terceros, existen distintos niveles o modalidades. Dependiendo de qué tipo de conductor se trate y de cuál sea el uso que se le da al vehículo, resultará más conveniente optar por una o por otra.
Básico
Es la modalidad más económica que cumple con los mínimos exigidos por ley. En general, se puede decir que cubre los daños materiales y personales que, en caso de siniestro, se puedan producir sobre un tercero: el conductor y el resto de ocupantes, el otro vehículo y todo lo que hubiera en su interior.
Se trata de la responsabilidad civil obligatoria, que es de hasta 70 millones de euros en caso de daños a personas y de 15 millones de euros en caso de daños materiales.
Aunque dependerá en último extremo de cada aseguradora, este seguro básico suele incluir lo siguiente:
- Asistencia en carretera y asistencia jurídica para multas de tráfico.
- Responsabilidad civil voluntaria (que añade 50 millones de euros más a la responsabilidad civil obligatoria).
- Reclamación al Consorcio de Compensación de Seguros por catástrofe natural.
Ampliado
El seguro a terceros ampliado incluye todas las coberturas de la responsabilidad civil del seguro básico, además de otras coberturas que se pueden elegir individualmente (y que, obviamente, incrementan el precio de la póliza). Estas coberturas adicionales pueden ser:
- Incendio, por los daños sufridos tanto dentro como fuera del vehículo.
- Robo, que también incluye los daños sufridos por el vehículo por un intento de robo.
- Rotura de lunas: reposición o reparación de los cristales laterales, la luna trasera y el parabrisas.
Con franquicia
Finalmente, existe una modalidad de seguro a terceros que por su naturaleza lo acerca bastante a lo que podría ser uno a todo riesgo. De hecho, se le puede considerar una variante del seguro a todo riesgo.
La franquicia es la cantidad o porcentaje que el asegurado debe abonar en caso de reparación del propio vehículo. Su cuantía se determina al contratar este tipo de seguros. Por ejemplo, si tenemos un seguro a terceros con franquicia de 500 euros y el coste de reparación de nuestro propio vehículo como resultado de un accidente se eleva a 1.200 euros, solo estaremos obligados a abonar los primeros 500 euros, mientras que la aseguradora se hará cargo del resto.
El precio de un seguro con franquicia es más caro que el de un seguro a terceros (básico o ampliado), aunque lógicamente es más barato que uno a todo riesgo sin franquicia.
Normativa legal
Para saber detalles más concretos acerca de los seguros a terceros, se recomienda consultar los textos de las leyes que los regulan:
- Ley 50/1980, de 8 de octubre, del Contrato de Seguro
- Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor (vigente hasta el 01 de Julio de 2016).
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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