Renta básica universal

Renta básica universal

La Renta Básica Universal (en inglés UBI – Universal Basic Income) es un concepto sobre el que se viene debatiendo desde hace años en todos los países y foros internacionales del mundo. De hecho, solo en Estados Unidos, figuras como el reverendo Thomas Paine (hace 250 años), el economista conservador Milton Friedman, Martin Luther King Jr. o el Presidente Richard Nixon han venido proponiendo este debate recurrentemente.

A Martin Luther King se le atribuye la proclama:

“I am now convinced that the simplest approach will prove to be the most effective — the solution to poverty is to abolish it directly by a now widely discussed measure: the guaranteed income.”

(la solución a la pobreza es su abolición a través de un ingreso garantizado).

La Renta Básica Universal se basa en la concepción de que los Estados tienen el deber de evitar la exclusión social de sus ciudadanos cuando los recursos económicos de estos caen por debajo de un umbral mínimo. Y ello con independencia de que hayan o no contribuido a las arcas públicas con cotizaciones o no.

El razonamiento detrás de esta renta básica es que los efectos de las crisis económicas, de las catástrofes naturales, de las guerras y el paro y miseria pueden llevar a las personas a la ruina económica. Esta miseria lleva a su vez a estas personas a la incapacidad para insertarse en sociedad por no disponer de recursos económicos, y el Estado trata de tejer una red protectora para estas personas, evitando que queden excluidas.

El concepto de Renta Básica Universal (RBU) se basa también en la concepción de que los ciudadanos tenemos derecho a vivir insertados en la sociedad. Y de que no podemos quedar al margen de ella por razones económicas. Y en que tenemos derecho a disfrutar de un mínimo de derechos básicos como tener un techo bajo el cual vivir, disponer de alimentación adecuada, tener servicios sanitarios o colegiación de los niños.

Los gobiernos de cada país definen un umbral de recursos económicos por debajo del cual el Estado ayuda a la persona o familia afectada para evitar su exclusión social. La ayuda suele ser en forma de subsidio o prestación mientras perdure la incapacidad de generar recursos.

Pero ahí está el problema que argumentan los más liberales: si el Estado te garantiza un ingreso mínimo que puedes perder si ingresas dinero,

• ¿No se fomenta la picaresca de trabajar «en negro» (economía sumergida) para mantener dos ingresos?

• ¿No se desincentiva la búsqueda de empleo y por tanto se subvenciona a personas perfectamente capaces de trabajar?

• ¿No se generan problemas de compatibilidad con otras rentas y ayudas autonómicas en una Administración tan fragmentada como la española?

• ¿No se genera clientelismo electoral para el partido político que propuso la medida inicialmente?

Por qué cada vez más se habla más de RBU

Porque en los últimos 20 años, el mundo se está viendo azotado por varios fenómenos naturales y económicos que están aumentando la brecha entre las personas pobres de solemnidad y las más ricas. Particularmente en los países más pudientes de ambos hemisferios.

En concreto, se pueden citar al menos 4 causas de este debate creciente por un ingreso mínimos vital:

• Catástrofes naturales en países ricos de América y Asia.

• Crisis económico-financiera mundial de 2008 que ha durado hasta 2014 como mínimo pero cuyas consecuencias económicas aún perduran sobre muchos.

• Pandemia del COVID-19 y los efectos económicos que están por venir en países menos preparados como España e Italia en Europa o el cono Sur en América.

• Evolución del mercado laboral mundial hacia la automatización. La sustitución de empleados en fábricas y cadenas de montaje por robots autónomos, va a abrir aún más la brecha entre ricos y pobres (personas con o sin oportunidades). Es tal el efecto sustitución de mano de obra (por ejemplo, en EEUU se calcula que desaparecerán 36 millones de trabajos en los próximos meses) que muchos países se plantean que las máquinas paguen cuotas de la Seguridad social como si de personas se tratara.

Andrew Yang (USA)

El empresario norteamericano Andrew Yang (NY 1975) y hasta febrero de 2020, aspirante a candidato Demócrata a las presidenciales, ha abierto el debate creando el movimiento por la humanidad (movehumanityforward.com).

Este movimiento reclama un ingreso universal de 1000 dólares para todos los americanos sin condiciones, un capitalismo centrado en las personas y la protección de nuestros datos privados frente a los abusos de las grandes empresas tecnológicas. Y ya está dando micro-préstamos de 250 dólares para que los beneficiarios hagan pequeños emprendimientos guiados por mentores.

Y, sin embargo, el debate sigue abierto ante las perspectivas de sustitución de trabajos de poco valor añadido por máquinas. Si hay millones de personas excluidas del trabajo, no tendrán ingresos para consumir. Y sin ingresos no hay consumo (demanda interna) y, por tanto, paradójicamente, la economía capitalista moderna, no funciona.

Otras iniciativas en Estados Unidos y resto del mundo

Otras iniciativas en forma de ayudas vienen de abajo a arriba y no a la inversa, lo cual suscita otro problema: ¿desde dónde se debe facilitar la ayuda a las personas? ¿Desde la administración más cercana o la más lejana al ciudadano? ¿Deben dar las ayudas las administraciones públicas o las Entidades no lucrativas como Cáritas o el Banco de Alimentos que da cobijo y alimento a miles de personas cada día? ¿Las empresas pueden darlas también?

En Estados Unidos y otros países del mundo están habiendo novedosas iniciativas de RBU que parten desde abajo hacia arriba:

• BIEN (Basic Income Earth Network): entidad no lucrativa del reino Unido para el debate sobre la RBU. 

• Mayors for a Guaranteed Income (MGI): una red de alcaldes norteamericanos por un ingreso garantizado.

• Kenia. Ayudas a agricultores en zonas rurales.

• Finlandia: desde 2017, 100.000 hogares reciben unos 1000 euros mensuales sin tener que demostrar un umbral de ingresos. Ojo, porque en este país muchas personas empiezan a trabajar media jornada por querer ocuparse de su hogar o su familia. En estos casos, ese grupo de beneficiarios no es «pobre» (ingresa), ni está cobrando ayudas por desempleo, pero la idea es «complementar», no subvencionar.

• Holanda: el consistorio de Utrecht y su Universidad local (www.uu.nl) dan a un pequeño grupo de residentes unos 900 euros mensuales y están midiendo cómo se comportan los beneficiarios con ese dinero extra.

• Canadá: los alcaldes de Edmonton y Calgary también están planteando ayudas a sus ciudadanos.

Y, por supuesto, tenemos el ingreso mínimo vital español. En esta entrada de Wikipedia tienes mucha más información local sobre países con rentas mínimas universales.

Ingreso Mínimo Vital

La versión española de la Renta Básica Universal se llama Ingreso Mínimo Vital (IMV). Se trata de una prestación económica de la Seguridad Social que pretende evitar el riesgo de pobreza y exclusión social de personas que viven solas o cuya unidad familiar (técnicamente «unidad de convivencia»), carece de propiedades y no alcanza un umbral de dinero que se considera básico.

Por debajo de ese umbral que ha fijado el Gobierno en 2020 se considera que la unidad de convivencia no puede cubrir sus necesidades básicas (insuficiencia económica vital).

Las ayudas dependen del número de personas necesitadas. Los extremos inferior y superior de esta renta mínima son:

• Mínimo de 461,53 euros mensuales para una persona sola sin recursos económicos.

• Hasta 1.015,37 euros si en la unidad de convivencia viven dos adultos y tres o más menores (tres adultos y dos o más menores, o cuatro adultos y un menor).

 El IMV persigue garantizar una mejora real de oportunidades de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias.

Más información sobre el IMV:

• Web de la Seguridad Social: www.seg-social.es

• Teléfono del Ingreso Mínimo Vital: 900 20 22 22 (teléfono gratuito)