¿Qué tipo de calefacción es más económica?

Desde el punto de vista del consumo es la biomasa, pero es importante tener en cuenta otros aspectos (precio de instalación, superficie, ubicación…) para elegir el sistema más eficiente y beneficioso para cada bolsillo.

Con los precios de la electricidad disparados y las temperaturas cayendo, no hay duda de que la calefacción consumirá una parte importante del presupuesto que los hogares destinan al consumo de energía en los próximos meses. La idea es elegir el sistema más económico y eficiente según las características de la casa a calentar (área, clase energética, ubicación, tipo de aislamiento…), ya que calentar casas antiguas con tres no es lo mismo en zonas montañosas. Las plantas son más modestas que los pequeños apartamentos en las ciudades con climas templados.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acaba de publicar un estudio que compara los costes de calefacción de un piso de 90 m² situado en una zona fría con el sistema de calefacción más común. Estas son las conclusiones y los pros y contras de cada técnica.

Estufa o caldera de biomasa

Este sistema de calefacción utiliza como combustible residuos orgánicos de poda o de hueso de aceituna y es el más económico y sostenible de todos los sistemas analizados.

El funcionamiento de una caldera de biomasa es sencillo, pero además de requerir un mantenimiento continuo para retirar las cenizas y limpiar la cámara de combustión; también requiere de un conducto de extracción de humos. La estufa emite aire caliente, mientras que la caldera calienta el circuito de agua y se puede utilizar con radiadores y suelo radiante. Los expertos solo recomiendan este tipo de calefacción para segundas residencias o viviendas con mucho espacio de almacenamiento.

Bomba de calor

La calefacción con bomba de calor intercambia energía con el exterior, que no solo puede calentar en invierno, sino también refrescar la casa de forma sencilla y respetuosa con el medio ambiente en verano.

Se trata de los típicos splits de aire acondicionado, así como de los innovadores sistemas de calentamiento de aire aire-agua, una tecnología que aprovecha la energía térmica externa y la introduce en la vivienda a través de un circuito de agua caliente. El primero (recomendado para viviendas ubicadas en climas cálidos) puede utilizarse como apoyo a otros sistemas de calefacción, mientras que el segundo es más adecuado para su instalación en obra nueva o si se quiere hacer una reforma integral de la vivienda.

Entre las ventajas de las bombas de calor está su eficiencia energética (aporta cuatro grados de calor por cada kilovatio-hora consumido), lo que las convierte en una opción muy económica, a pesar de los altos precios actuales de la electricidad. En cuanto al consumo, ya que el desembolso inicial para instalar este sistema (uno de los últimos desarrollos en sistemas de calefacción baratos) ronda los 10.000 € por 16 kWh. Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que este sistema de refrigeración requiere la colocación de una unidad exterior, lo que no siempre es posible.

Caldera de gas de condensación

Es la tecnología más utilizada (35%) en los hogares españoles para calentar las casas y disponer de agua caliente. Sin embargo, 6 de cada 10 calderas que siguen funcionando no condensan, por lo que son muy ineficientes desde el punto de vista del consumo. Si tiene un dispositivo antiguo, considere reemplazarlo con un modelo más nuevo para mejorar su rendimiento.

Una caldera de condensación es la elección más adecuada en zonas muy frías porque no sólo reparte el calor uniformemente por toda la casa, sino que además es mucho más económica (hasta un 50%) que los radiadores eléctricos tradicionales. Una gran desventaja de este sistema de calefacción es la necesidad de usar el suministro de gas natural directamente, lo que no siempre es posible. Los costes de instalación son elevados en comparación con otras tecnologías (4.000 € de media).

Calefacción con gasóleo

Este tipo de caldera es más contaminante que el gas y está desapareciendo, habitual en viviendas de zonas apartadas donde la canalización del gas es muy difícil. Aunque son duraderos y se calientan rápidamente, necesitan un espacio para almacenar el combustible de forma segura. Además, los precios del diesel son altos y siguen aumentando.

Acumuladores y radiadores eléctricos

A pesar de los precios récord de la electricidad, la calefacción eléctrica es el sistema más económico y eficiente para calentar hogares en climas templados o una segunda casa que casi nunca se enciende. También es adecuado para apartamentos muy pequeños y bien aislados. Los acumuladores son una gran opción para hogares que no pueden trabajar porque son fáciles de instalar y no requieren un gran desembolso inicial.