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Préstamos rápidos
Los préstamos rápidos (o créditos rápidos) han experimentado un fuerte crecimiento en España en los tiempos difíciles. Fíjate en este gráfico de Google Trends sobre el interés (en forma de búsquedas en nuestro país) desde 2004 hasta fecha de este post sobre los préstamos rápidos.
Si te das cuenta, desde 2010 (la crisis económica comenzó en 2008), el crecimiento de las búsquedas de este tipo de préstamos es prácticamente imparable. Y las causas son obvias. Con la crisis, muchas personas han tenido una situación económica más complicada, y han quedado excluidas de los mecanismos tradicionales de financiación: los préstamos personales.
A los bancos no les interesaba incurrir en impagados y morosidad. Y dejaron de dar financiación a estas personas con situaciones económicas muy apretadas por no poder gestionar saludablemente sus palancas de educación financiera (ingresos, gastos, ahorro, inversión y endeudamiento).
Este vacío en los mercados financieros ha sido ocupado rápidamente por empresas de Internet innovadoras que, apoyándose en la tecnología, son capaces de analizar la viabilidad de las peticiones de préstamos de estos usuarios, en solo cuestión de segundos. Y la solución ha sido, ofrecer, sin apenas papeleo (préstamos sin papeles), incluso a personas inscritas en ficheros de morosos como ASNEF o RAI (préstamos con ASNEF), préstamos a corto plazo.
Ventajas de los préstamos rápidos
La principal ventaja de estos préstamos se infiere de su apellido: rápidos. Se llaman rápidos porque se conceden en minutos, online y sin necesidad de papeleo. Se trata de un préstamo que se adquiere de forma sencilla, con pocas condiciones, ideal para cubrir necesidades puntuales acuciantes.
Importes pequeños y duraciones cortas
Otra característica es que son préstamos de importes muy limitados (entre 50 y 750 euros) con una duración corta, normalmente un mes. Los préstamos rápidos son diferentes de los créditos al consumo que nos dan los bancos, que tienen cuantías y duraciones bastante más dilatadas. De hecho, personalmente encasillaría los créditos rápidos en la categoría de endeudamiento a corto plazo. Y los préstamos personales, en el endeudamiento a medio plazo.
No requieren una nómina
Otra de las ventajas a la hora de conseguir el dinero es que las entidades financieras que los conceden no exigen nómina ni cualquier otra declaración económica como la Renta. O sin necesidad de avales de un tercero (avalista).
Flexibilidad
Con este tipo de préstamos el usuario puede decidir el número de cuotas en que quiere pagar el préstamo. El cliente elige cuánto dinero quiere pagar cada mes y durante cuántos meses.
Primer préstamo sin intereses
Como oferta de enganche, las empresas online prestamistas te suelen ofrecer tu primer préstamo de forma gratuita. Es decir, sin intereses. Es una forma de irte conociendo y viendo cómo de formal eres devolviendo la primera entrega en caso de que vuelvas a solicitar un siguiente préstamo en adelante.
Público objetivo
En cuanto a su público objetivo, recurren a este tipo de financiación personas que tienen dificultades para financiarse en los mercados clásicos de crédito de los bancos:
- personas que no disponen de una nómina fija estable.
- autónomos en una situación económica difícil.
- personas inscritos en algún fichero de morosos que les excluye de solicitar préstamos a los bancos.
- personas que atraviesan un momento económico difícil y no disponen de un familiar o amigo o de un anticipo de nómina en la empresa.
Cómo funcionan
El funcionamiento de estos préstamos es muy sencillo. Recibes una cantidad de forma inmediata en tu cuenta bancaria y sin negociación. Devuelves en un plazo muy corto de tiempo, por ejemplo, un mes, el principal más los intereses.
Los intereses no son aparentemente elevados si se miran en términos absolutos. Pero si los miras en forma de TAE, al ser la TAE un indicador sobre base anual, y estos préstamos concedidos a uno o dos meses, la TAE se hace elevadísima.
Inconvenientes
El principal inconveniente de estos créditos rápidos es que, siendo un recurso fácil para personas solventes o que estén en un fichero de morosos por una multa o sanción, pueden ser una rémora para las personas excluidas de la financiación tradicional.
No hay que olvidar que las empresas que conceden estos préstamos personales se protegen de sus clientes que incurren en mora en el pago de las cuotas con las mismas medidas que cualquier otra entidad prestamista.
En caso de que el usuario no pueda devolver el principal más los intereses en la fecha pactada, es recomendable informar al prestamista para intentar negociar la mejor devolución de tu deuda.
Y ello porque, en caso de impago te cobrarán una comisión por impago que se acumulará a la deuda. Y podrán comenzar a aplicarse intereses de demora adicionales. Si unimos la deuda del principal, los intereses del préstamo y la comisión por impago se puede generar una peligrosa bola de nieve que nos lleve a perder las pocas pertenencias que nos queden, por riesgo de embargo.
Otro inconveniente es que, si no lo estabas ya, podrían incluirte en un registros de impagados. Y una vez que entras en uno, se hace más difícil en adelante, poder contratar cualquier servicio (adsl, gas, teléfono, luz, agua, etc.). O poder consumir con financiación de cualquier tipo a otras empresas (tiendas de electrónica, de muebles, concesionarios de coches, etc.).
La tercera consecuencia de un impago es que el prestamista seguramente confíe el recobro de tu deuda a una empresa de recuperación de impagados. estas empresas tipo cobrador del frac harán todo lo posible porque devuelvas el dinero. Esto quiere decir que te llamarán continuamente, verán si tienes bienes contra los que ir y te meterán presión. Y te amenazarán con demandarte ante los tribunales para que devuelvas tu deuda (que seguirá creciendo día a día).
Finalmente has de saber que los créditos rápidos se conceden a personas que tienen una “reputación” de pagos contrastada. Esta reputación se mide por las webs de préstamos rápidos en solo segundos, de dos formas: comprobando que tu DNI o NIE no aparezca en su «lista negra» de usuarios insolventes. Y en segundo lugar, estudiando tu “historial de pagos” con el prestamista (la web que te concede el crédito).
Consejo de última hora
Los préstamos rápidos solo deberían ser contratados si necesitamos, excepcionalmente, recurrir a endeudamiento, para cubrir gastos imprescindibles. Financiar gastos prescindibles con este tipo de financiación es una mala decisión que contraviene los principios de la educación financiera.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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