En la actualidad, tanto la banca pública como la privada nos ofrecen una amplia variedad de productos financieros a la hora de invertir. Sin embargo, la mayoría de estas opciones implican una serie de trámites burocráticos y porcentajes de rentabilidad o retorno de inversión que, muy pocas veces llegan a ser lo suficientemente interesantes como para amortiguar el riesgo asumido. Pero todo esto ha cambiado desde la llegada del crowdfunding, una nueva oportunidad de inversión. La financiación participativa incrementa el nivel de seguridad, permite diversificar la cartera de inversiones y es mucho más accesible.
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La modalidad que democratiza las inversiones
El crowdfunding viene ganando fuerza durante los últimos años por múltiples razones, la primera de ellas es su superioridad en términos de accesibilidad.
A diferencia de los métodos tradicionales, el crowdfunding no requiere de grandes sumas de capital para comenzar a operar.
Esto se debe a que la actividad persigue la democratización del sector, ofreciendo igualdad de oportunidades a los emprendedores y dueños de pequeñas empresas.
A través de una plataforma digital de financiamiento participativo, todos tenemos la posibilidad de participar a partir de 100 €.
En cuanto a los límites, la inversión máxima para los inversores no acreditados es de 3.000 € anuales en un mismo proyecto, y 10.000 € anuales en caso de que decida participar en diferentes inversiones dentro de una misma plataforma.
Mayor rentabilidad
Si bien resulta atractiva la posibilidad de empezar a invertir con poco capital, el verdadero punto a favor del financiación participativa radica en su elevado nivel de rentabilidad.
Actualmente, las rentabilidades de los productos de inversión regulares, entre ellos, los bonos de deuda de estados solventes y depósitos a plazo fijo, oscilan entre 1% al 2%, mientras que el crowdfunding ofrece rentabilidades cercanas al 7% y 8%. Sin embargo, ese es el porcentaje promedio. Existe la posibilidad de encontrar proyectos que superan el 30% de rentabilidad
Confianza y seguridad
Las plataformas de financiación participativa someten los proyectos a un minucioso proceso de verificación antes de su presentación frente a los inversores.
De esta manera, no solo reducen los riesgos asociados a la operatividad, sino que minimizan la posibilidad de ser víctimas de estafas, fraudes o insolvencia.
Por otra parte, las propias siglas que las identifican representan su mayor garantía. PFP implica que son empresas sometidas a las normativas que establece la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Pero eso no es todo, además de estar bajo la supervisión de este organismo, se apegan a las regulaciones establecidas por la ley en lo que respecta a la protección de datos personales, medios de pago, blanqueo de capital y transacciones propias del comercio electrónico, incluyendo medios de pago.
Tendencias Futuras en el crowdfunding
El mundo de la financiación participativa está en constante evolución, adaptándose rápidamente a las nuevas tecnologías y a los cambios en el comportamiento de los consumidores.
A continuación, exploramos algunas tendencias futuras que podrían moldear el futuro del crowdfunding:
Integración de blockchain
La tecnología blockchain sobre la que se apoyan estas plataformas ofrece un nivel de transparencia y seguridad sin precedentes para las transacciones en línea.
En el contexto del crowdfunding, la blockchain podría utilizarse para registrar contribuciones de manera indeleble, facilitando así la trazabilidad de los fondos y reduciendo el riesgo de fraude.
Regulación adaptativa
A medida que el crowdfunding gana popularidad, es probable que veamos un desarrollo más robusto en la regulación. Esto incluirá leyes más claras y específicas para proteger tanto a inversores como a receptores de fondos.
Plataformas nicho
Existe una tendencia creciente hacia plataformas especializadas que se enfocan en sectores específicos. Esta especialización puede facilitar a los inversores encontrar proyectos que coincidan específicamente con sus intereses o valores.
El crowdfunding como herramienta de testeo de mercado
Además de ser una plataforma para recaudar fondos, el crowdfunding se está utilizando cada vez más como una herramienta para medir el interés del mercado por una iniciativa antes de lanzar el producto o servicio a gran escala.
Esto no solo minimiza los riesgos financieros del emprendimiento sino que también proporciona valiosos insights del mercado que pueden ser utilizados para ajustar el producto final a lo que el gran público pueda realmente demandar.
Estas tendencias señalan hacia un futuro donde el crowdfunding no solo es una herramienta de recaudación de fondos, sino también un componente integral de la estrategia empresarial y de inversión, adaptándose continuamente para ofrecer más valor tanto a los emprendedores como a los inversores.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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