Estamos más que acostumbrados a llevar algo de dinero suelto en nuestra cartera y, desde hace muchos años, a utilizar la tarjeta del banco para pagar en diferentes establecimientos. Pero, cada vez más, se van ofreciendo diferentes opciones a los usuarios para hacer frente a nuestros pagos del día a día.
Siempre es bueno tener algo de dinero a mano, ya sea en efectivo o en nuestra cuenta bancaria. Por ejemplo, encontramos en Moneyman minicréditos que nos permiten afrontar gastos imprevistos y devolverlos con las mejores condiciones.
En cuanto a las herramientas de pago que vamos a ver en este artículo, muchas de ellas han sido desarrolladas por compañías fintech (tecnología a disposición de las finanzas) o por las mismas entidades bancarias. Hoy queremos resumir algunas de las formas de pago que están a nuestra disposición y aumentan poco a poco su popularidad.
Tabla de Contenidos
Los medios de pago que se usan hoy en día
Como hemos dicho, lo más habitual es utilizar el dinero en efectivo o las tarjetas de débito, crédito o prepago. Pero antes de conocer todos y cada uno de ellos en profundidad, vamos a enumerarlos para tener una perspectiva más amplia de la situación.
- Dinero en efectivo
- Tarjetas de débito, crédito y prepago
- Transferencias y domiciliaciones
- Cheques y pagarés
- PayPal
- Pagos a través de dispositivos móviles
- Carteras digitales
- Wearables
- Códigos QR
- Criptomonedas
- Biometría
Dinero en efectivo
Se trata de la transacción más básica que conocemos, pagamos con monedas y billetes lo que vayamos a comprar. Es el método de pago más antiguo y sigue siendo el más utilizado en España, aunque en otros países se ha ido desbancando cada vez más. Además, en nuestro país es común encontrar comercios que exigen un importe mínimo para pagar con tarjeta (algo que no está permitido), por lo que se sigue apostando por el dinero suelto.
A consecuencia de la pandemia generada por el coronavirus, nos hemos visto casi obligados a comenzar a descartar este método de pago para evitar la propagación de la COVID. Esto no es más que un impulso más para que comiencen a utilizarse el resto de sistemas.
Tarjetas de débito, crédito y prepago
Aquí tampoco hay dudas, lleva utilizándose muchísimos años en nuestro país. Una de sus principales ventajas es que no se usa únicamente en establecimientos físicos, sino que podemos realizar nuestras compras a través de internet con este método de pago. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de los métodos preferidos por la comodidad de no llevar dinero en efectivo.
Además, contamos con diferentes tipos de tarjetas que se adecúan a las necesidades de los clientes. Más allá de las habituales tarjetas de débito, encontramos las tarjetas de crédito (que nos permiten financiación y pago a plazos) y las tarjetas prepago (que tienen disponible únicamente los fondos que hayas transferido previamente).
Transferencias y domiciliaciones
Otro de los clásicos de nuestra economía, utilizable tanto para enviar dinero a nivel nacional como internacional. Las medidas actuales de seguridad hacen necesario conocer el código IBAN de nuestro receptor y, si operamos fuera de la Comunidad Europea, también el código BIC del banco de destino.
Lo habitual es que se formalicen entre 24 horas y 5 días después de su firma y, en la mayoría de casos, es gratuito. Las condiciones de la propia transferencia, tu banco o la cuenta que tienes contratada te dará unas ventajas u otras.
Por otro lado, las domiciliaciones son adeudos que se realizan en una fecha concreta. En este caso solo tenemos que activar el proceso y, cuando llegue el día, se llevará a cabo el pago de manera puntual o periódica. Eso sí, debemos asegurarnos de tener suficiente saldo en nuestra cuenta para que no haya ningún problema.
Cheques y pagarés
Este es posiblemente uno de los modos de pago que más está cayendo en desuso, debido a lo poco práctico que es. Sigue siendo habitual encontrarlo en el ámbito empresarial, y no es más que una orden que emite el pagador al banco para que se le abone una cantidad concreta al portador del cheque.
Con los pagarés pasa algo parecido, aunque es una promesa a futuro que tiene una fecha concreta en la que puede hacerse factible el pago.
PayPal
PayPal nación en el año 2000 y a día de hoy sigue siendo el método más utilizado en las compras online. Esta plataforma nos permite pagar en establecimientos por toda la red y realizar transferencias prácticamente de todo tipo por internet. Eso sí, tendremos que tener asociada a nuestra cuenta de PayPal una cuenta bancaria o una tarjeta.
Actualmente no tiene comisiones si operamos en euros, y está disponible en la gran mayoría de pasarelas de pago de las tiendas online. La apertura de una nueva cuenta tampoco tiene coste de ningún tipo.
Pagos a través de dispositivos móviles
En los últimos años también han aparecido aplicaciones y servicios online que, si bien no son específicas para pagar en comercios, sí que son útiles para pasar dinero entre conocidos o recaudar fondos para un objetivo común. De forma instantánea y sin necesidad de conocer el IBAN del destinatarios, haremos un traspaso de dinero a cualquiera de los contactos de nuestra agenda.
Bizum se han convertido en el mayor exponente de nuestro país, al ser una iniciativa española. Otras aplicaciones como Verse (también española) o MoneyBean tienen prácticamente las mismas funciones; y casi siempre sin comisiones de ningún tipo.
Carteras digitales
Estamos tan unidos a nuestros dispositivos móviles que somos incapaces de salir a la calle sin ellos. Esto ha creado una serie de herramientas que nos permiten pagar con el móvil en comercios electrónicos y físicos. A través de la tecnología NFC, podremos hacer el pago de nuestras compras directamente con nuestro móvil.
Entre las principales aplicaciones que están disponibles, encontramos las propias wallets digitales de los bancos, Google Pay, Samsung Pay o Apple Pay. Lo principal ventaja de estos últimos métodos no asociados a entidades bancarias es que no comparten tus datos financieros con el comercio.
Wearables
Gracias a la tecnología contact less y NFC que ya hemos comentado, cualquiera de nuestros objetos inteligente puede convertirse en un método de pago. Los accesorios como pulseras deportivas o relojes inteligentes nos permiten abonar nuestras comprar en cualquier comercio que tenga un TPV con la tecnología necesaria.
Otros países del mundo han llevado estos accesorios al extremo con anillos, llaveros, gafas de sol… Pero en España lo más habitual es encontrarnos con smartwatchs de diferentes marcas o la pulsera Fitbit Pay. A través de una sencilla asociación con nuestro banco, ya estarán disponibles para pagar en cualquier lugar.
Códigos QR
A pesar de no tener mucha popularidad en sus años de lanzamiento (hace más de cinco años), los códigos QR se han vuelto muy necesarios en estas fechas para, por ejemplo, conocer la carta de nuestro restaurante favorito. Lo que mucha gente desconoce es que también pueden realizarse pagos a través de estos códigos.
Como estamos acostumbrados, escaneamos el código con nuestro teléfono y podremos acceder al pago del importe a través de algún monedero virtual instalado en nuestro dispositivo. Además, muchos establecimientos aprovechan esta herramienta para ofrecer programas de fidelización a sus clientes.
Criptomonedas
Desde hace un tiempo ya se conocen las criptomonedas, un método de pago que utiliza la criptografía y la tecnología blockchain para realizar pagos y transacciones. Estas monedas digitales se usan habitualmente en la red para la compraventa de bienes y servicios, aunque no está tan extendido como otros métodos de pago.
La más conocida de las criptodivisas es el bitcoin, pero en internet podemos encontrar ethereum, litecoin y muchas otras que van apareciendo. Por supuesto, al ser una forma de pago electrónica, debemos disponer de una cartera digital para poder operar con ellas.
Biometría
A pesar de parecer algo del futuro, cada vez son más los móviles que permiten su desbloqueo con huellas dactilares o rasgos faciales. Algo parecido se está probando en diferentes ambientes para realizar pagos, tanto en España como en otros países del mundo.
De momento, algunas entidades como CaixaBank, Banco Sabadell o BBVA han probado esta herramienta en sus oficinas centrales de Barcelona, Madrid o Sant Cugat, pero no hay previsión de que se extienda en un corto periodo de tiempo.
Este amplio repaso a las diferentes formas de afrontar nuestros pagos es ilustrativo de cómo ha evolucionado el mundo de las finanzas en los últimos años. Es impensable hasta dónde podemos llegar, pero sí adaptarnos a los cambios que vienen.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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