La contratación de una hipoteca es un recurso necesario para muchas familias, que tienen la necesidad de recurrir a este préstamo si quieren adquirir la vivienda donde residirán. La comunicación con el empleado del banco y el contrato se rigen por un lenguaje muy técnico, desconocido para una alta parte de la población. En este contexto, el sistema bancario puede aprovechar la necesidad y el desconocimiento de la gente para obtener el máximo beneficio de este tipo de operaciones, incluso con prácticas que están en la frontera con la legalidad y la moral. Ante esta situación, cada vez son más los usuarios que buscan abogados contra las clausulas abusivas de su hipoteca y ponen en ellos su confianza con el objetivo de evitar el engaño y conseguir así las mejores condiciones.
La pasada década estuvo marcada, en el ámbito de los préstamos hipotecarios, por la conocida como cláusula suelo. Consistía en un interés mínimo que establecían los bancos en las hipotecas variables aunque los precios reales estuvieran por debajo y que el Tribunal Supremo consideró como abusivo. En julio de 2020, el sistema bancario español había devuelto 2.276 millones de euros por reclamaciones de las cláusulas suelo.
La anulación de los gastos de constitución de la hipoteca es previa, cuando en 2015 el Tribunal Supremo consideró abusivo que fuera el cliente quien tuviera que abonar los pagos correspondientes a la escrituración de los préstamos hipotecarios.
Pese a estas advertencias, los bancos continúan caminando por una delgada línea roja con algunos puntos en el contrato que podrían tener una dudosa legalidad. El IRPH es uno de ellos.
Se trata de un índice hipotecario alternativo que elabora el Banco de España y que se considera una media de los préstamos de tres o más años. Aunque la Justicia española lo considera óptimo, los órganos europeos han puesto la lupa en este aspecto y podría tener una última palabra contraria.
Gastos de hipoteca inapropiados
Los gastos derivados de la hipoteca también podrían ser considerados como abusivos y hay bufetes de abogados que han puesto el foco en ellos. Cuando un usuario firma el préstamo hipotecario, asume que tiene que pagar los gastos de gestión de la inscripción notarial y en el registro de la propiedad. Estos pasos, en cambio, pueden ser dados por el propio ciudadano sin necesidad de recurrir a la ayuda del banco.
Éste alega que debe garantizar que la compra de la vivienda se realice por la persona que recibe la hipoteca y por ello incluye los gastos de gestión de forma irrevocable.
El único interesado en formalizar estos registros es el banco y este es el motivo por lo que especialistas en Derecho consideran que quien debería asumir dicho coste es el banco. Los gastos de gestoría, si los hubiese, y los de tasación de la vivienda también deben ser abonados por la entidad financiera, de acuerdo con esta teoría.
Las reclamaciones sobre prácticas abusivas en los préstamos hipotecarios requieren de unos conocimientos especializados que solo disponen un sector de los abogados, aquellos que se han formado en este tipo de prácticas. La mejor opción es solicitar un estudio previo sobre el contrato firmado para conocer si hubiera alguna cláusula abusiva que se pudiera reclamar.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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