Dentro de las distintas opciones que tenemos las personas para invertir nuestros ahorros cara a la jubilación (los PIAS, los planes de pensiones, los fondos de inversión, los planes de previsión asegurados, etc.), los planes de pensiones han sido el producto fomentado por los sucesivos gobiernos, y aunque no eran los más rentables, sólo fueron los fiscalmente más interesantes hasta los primeros años 2000, año en que surgieron los PIAS (a mi juicio mucho más interesantes).
En España se calcula que hay 8 millones de planes de pensiones por un importe total acumulado de 70.493 millones de euros acumulados (fíjate que es mucho menos que los 800.000 millones de euros invertidos en depósitos a plazo fijo con rentabilidades ridículas, aunque muy seguros).
Según Inverco, Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana concentran el 63% del ahorro en planes de pensiones (el 58% de la población) y La Rioja, Castilla y León y Madrid son las comunidades que cuentan con un mayor porcentaje de partícipes en proporción con su población (por encima del 21%).
Tabla de Contenidos
Qué es un plan de pensiones
Si tienes más de 40 años, seguro que tienes uno o tal vez más, planes de pensiones, como el que te habla. Uno de ellos lo constituí hace 20 años porque mi empresa te ayudaba con una pequeña aportación si tú hacías una aportación antes del final del año en curso, y hoy tengo otro, con aportaciones mínimas, minimísimas, porque el banco donde tengo la hipoteca, me obligó a contratarlo con ella, dentro del paquete de «vinculaciones hipotecarias» para asegurarme un tipo de interés competitivo.
Un plan de pensiones es un producto financiero de ahorro orientado a la jubilación, con el que el Estado persigue que se hagan aportaciones dinerarias anuales hasta 8.000 euros, que minoran la renta del año cara al IRPF, y que te permitirán, en el momento de la jubilación (y otros casos muy reducidos), recuperar todo lo ahorrado en forma de capital o de renta.
El dinero de los planes de pensiones (la suma de las aportaciones de cada partícipe) se invierte en fondos de pensiones, que se gestionan por gestoras. Según la política de inversiones de la gestora, mayor o menor la rentabilidad de los planes de pensiones.
Tipos de planes de pensiones
Los planes de pensiones que invierten en fondos de pensiones de renta variable son, a medio y largo plazo, más rentables que los fondos de pensiones de renta fija, aunque pueden experimentar a corto plazo, variaciones más fuertes. Pero ojo, porque los fondos de pensiones, a pesar de que son muy conservadores en sus inversiones, no te garantizan una rentabilidad.
Política de inversiones
Una de las responsabilidades que tenemos los titulares de planes de pensiones es la de revisar su rentabilidad y seguir una política, que en los primeros años de ahorro debe ser más agresiva (hay que jugar fuerte a la renta variable con el largo plazo en mente), luego conforme pasan los años comienzan a tener una parte de renta fija (bonos y deuda pública) y en los últimos años previos a la jubilación, invierten casi todo en renta fija, ganando en seguridad, a costa de una menor rentabilidad.
Los planes de pensiones de gestión dinámica es lo que hacen precisamente. Además, vista la rentabilidad prácticamente nula de la renta fija en la actualidad, los fondos de pensiones están haciendo cifras récord en la parte de renta variable de sus carteras, que hoy asciende en promedio al 39% (el 39% de las carteras está invertida en renta variable en España) según Inverco.
Mira en este gráfico de El Economista con la horquilla de rentabilidades (va desde el 1,3% de los PPs de renta fija al 19% del mejor plan de renta variable) y el peso de la renta fija sobre la variable:
Ventajas de los planes de pensiones
La principal ventaja de un plan de pensiones es que las aportaciones anuales que hagas a planes de pensiones minoran la base imponible general de tu IRPF del titular con el tope máximo de 8.000 € anuales. Para recordatorio, los tipos impositivos del IRPF van desde el 19% para rentas bajas de hasta 12.500 euros, hasta el 45% para los que ingresan más de 60.000 euros), con lo cual, cuanto más ganes, más te puedes desgravar de tu base imponible haciendo aportaciones anuales de hasta 8.000 euros a tus planes de pensiones.
Pero, ojo, porque los expertos te recordamos que realmente no se tiene una ventaja impositiva (como sí tienen los PIAS que se recuperan como renta y no como capital, por sus rendimientos acumulados) ya que lo que hay es un diferimiento del pago de impuestos al momento de la jubilación, cuando se recuperan.
De hecho es muy recomendable dejar pasar el primer año tras la jubilación sin recuperar nada. Después, cada año hay que recuperar un plan de pensiones diferente para amortiguar los rendimientos del trabajo que nos supondrán los rescates anuales (el importe del plan recuperado cada año se suma a la pensión pública que recibas y tributarás a un tipo marginal de entre el 19% y el 45%, según tu nivel de ingresos).
Además, como instrumento de ahorro a muy largo plazo, gracias a la magia del interés compuesto, los planes de pensiones te pueden permitir, con un muy pequeño esfuerzo anual (menor cuanto más joven eres), rescatar un cifra considerable.
Por ejemplo, los jóvenes en la treintena sólo tendrán que aportar a planes de pensiones entre 100 y 200 euros al mes (los de 40 años entre 350 y 450 euros los de 55), para ahorrar la misma cuantía 180.000 euros (con una rentabilidad promedio del 4%).
Este importe les permitirá, durante los aproximadamente 20 años de supervivencia esperable tras la jubilación, recibir una mensualidad de unos 750 euros, que no vendrá nada mal como complemento de la pensión que nos toque, hoy desconocida, pero seguro que inferior que las de hoy en día.
Otra ventaja es que la normativa permite realizar traspasos de tus ahorros de unos planes a otros, con lo cual hay cierta competencia ya que si no estás de acuerdo con la rentabilidad obtenida por tu plan, te puedes cambiar a otro plan más rentable (al menos históricamente).
De esa aportación podremos deducir en nuestra declaración de la renta la menor de las siguientes cantidades: hasta 8.000 € anuales, para cualquier contribuyente, independientemente de la edad o el 30 % de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas del ejercicio.
Otras de las ventajas es que, tras las últimas reformas de la normativa de planes de pensiones, además de a la jubilación del titular, el importe acumulado se puede recuperar antes de tiempo, en los siguientes casos:
Fallecimiento del titular del plan (en favor del cónyuge, los descendentes o los ascendentes o quien esté designado como beneficiario en el plan);
Incapacidad laboral total y permanente o gran invalidez según los criterios de Seguridad Social;
Enfermedad grave acreditada, o dependencia severa o gran dependencia;
Estar en situación legal de desempleo (y estés inscrito en el INEM).
Si te encuentras en situación de desahucio de tu vivienda habitual.
Desde el 1 de enero de 2015 existe la posibilidad de rescatar el importe de las aportaciones con 10 ó más años de antigüedad. Es decir, que a partir de 1 de enero de 2025 podrías rescatar a los 10 años las aportaciones hechas desde 2015.
Ten en cuenta, por tanto, que las aportaciones que hagas a planes de pensiones nunca serán igual de líquidas que las que metas en un fondo de inversión, un PIAS o un depósito, que algo menos líquidos, lo son mucho más que los planes de pensiones.
Inconvenientes de los planes de pensiones
Los tres principales inconvenientes que tienen los planes de pensiones frente a otras opciones de inversión y ahorro para la jubilación son:
La falta de liquidez. Piensa que los PPs están pensados exclusivamente para tu jubilación, sobre tus sesenta y tantos años. Con lo cual, si en un momento dado necesitaras dinero y no cumplas alguna de las anteriores causas de rescate (fallecimiento invalidez, paro etc.), te tirarás de los pelos viendo que dispones de 20 ó 30.000 euros invertidos y no puedes «tirar de ellos» para tapar un agujero serio de tu vida;
Otro inconveniente es que la fiscalidad, atractiva mientras estás en activo haciendo aportaciones anuales de hasta 8.000 euros, como hemos visto antes, no es buena en el momento de recuperar tu dinero del plan a la jubilación (ya sea como renta o como capital);
El tercer inconveniente que tienen los planes de pensiones es la baja rentabilidad, que no es excesivamente alta por la política conservadora de los fondos de pensiones en que se invierten tus ahorros y los de los miles de ahorradores.
Según CincoDías, la rentabilidad media en los últimos 25 años de todos los planes de pensiones en España ronda el 5% anual. Es ciertamente mucho más que la rentabilidad de los depósitos a plazo fijo que tanto nos gustan a los españoles (y tan poco nos dan), pero por debajo de la rentabilidad de los fondos de inversión o de los propios PIAS, (que no dejan de ser productos de ahorro que emiten las aseguradoras y que también invierten en fondos de pensiones).
El cuarto inconveniente de los planes de pensiones es que, en vez de hacer una aportación mensual pequeña al plan, solemos dejar las aportaciones para las Navidades, justo antes de fin de año, cuando los bancos nos fríen a anuncios y correos electrónicos recordándonos que disponemos de un «descuento fiscal» de hasta 8.000 euros.
Con este comportamiento no aprendemos el hábito del ahorro constante y además nos perdemos una de las ventajas de las inversiones a largo plazo en activos de renta variable, la promediación. Gracias a la promediación te aprovechas de los momentos de caídas en bolsa de los valores para poder comprar, con el mismo importe mensual, más títulos, que cuando la bolsa vuelva a subir (y lo hace en el medio y largo plazo), multiplicarán tu ahorro total mágicamente.
Comisiones de los planes de pensiones
Todos los planes de pensiones tiene dos tipos de gastos (mayores en los fondos de pensiones que invierten en renta variable que en los que tienen una componente de renta fija):
una comisión de gestión, que suele rondar el 1% anual de tu ahorro, y
una comisión de depositaría, que está sobre el 0,25% del total invertido.
Cómo es mejor recuperar el dinero ahorrado a la jubilación
Cuando el dinero acumulado en el plan es elevado, lo más recomendable es rescatar el importe en forma de renta mensual en vez de como capital.
Estas rentas pueden ser de dos tipos:
rentas financieras iguales a cobrar durante un cierto número de años hasta agotar el importe total acumulado,
rentas vitalicias por medio de un seguro de vida.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
Sin comentarios