Uno de los temas más candentes los últimos años en los que los consumidores vivimos muy apretados financieramente es el de los tipos de interés que se cobran por el recurso a la financiación de nuestras compras diarias. Las tarjetas revolving han sido las protagonistas indiscutibles tras la publicación de varias sentencias judiciales dictando lo que se puede considerar un interés usurario y lo que no. En este post te quiero animar a reclamar tarjeta revolving ya que la justicia está de tu parte y hará que se te devuelva mucho dinero. Las entidades financieras no pueden cobrarte lo que les dé la gana por la financiación que te conceden por tus compras a crédito.
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La financiación de los gastos diarios
En España hay más tarjetas de crédito y débito que ciudadanos. En concreto, según fuentes autorizadas, los españoles manejamos unos 85 millones de tarjetas entre débito y crédito. Y en 2020 hicimos con ellas unas 5.000 millones de operaciones por importe de 160.000 millones de euros.
Gran parte de este uso corresponde a compras a crédito y ahí es donde comienzan los problemas para miles de consumidores. Te lo explico con más detalle a continuación.
Formas de pagar a crédito
Las tarjetas de crédito emitidas por las entidades bancarias (o por las financieras de las grandes superficies y centros comerciales) suelen tener dos (o tres) formas de ser usadas: al contado fin de mes y con pago aplazado (de dos formas diferentes pero igual de perniciosas para tu bolsillo).
Pago al contado fin de mes
Esta forma es la clásica de las tarjetas de comercio tipo Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, etc. Todos los pagos que hagas con la tarjeta en el propio establecimiento o en establecimientos terceros (si se trata de una tarjeta Visa o MasterCard), se te pasan al cobro a tu cuenta bancaria asociada, a fin de mes.
Esta forma de pago no tiene ninguna peculiaridad especial ya que el usuario dispone de un límite mensual de gasto con la tarjeta en función de sus ingresos y solvencia. Sobrepasado el límite, la tarjeta no deja pagar compras adicionales. Además, este recibo no tiene intereses. Es decir, que puedes acumular varios pagos a lo largo del mes y disfrutar de hasta 30 días de financiación gratuita por tus compras.
Si la tarjeta no tiene coste de emisión y no te permiten gastar más de un saldo autorizado, entonces, estás haciendo un uso correcto de la financiación que estas tarjetas te brindan.
Pago aplazado mensual en forma de porcentaje del saldo dispuesto
Esta modalidad de pago ya sí que te cuesta dinero, y mucho.
Consiste en que en devolver al banco o entidad financiera un porcentaje mensual de tus compras acumuladas a crédito con dicha tarjeta de crédito, con un mínimo que ronda los 50 a 100 euros.
Por ejemplo, si un mes gastas 1000 euros a crédito y tienes pactado devolver el 20% de la deuda pendiente viva, ese mes, te pasan por el banco 200 euros, pero los 800 euros restantes se les aplica un interés, como si de un crédito al consumo se tratara.
Y el problema reside en que sobre esta cantidad se suelen aplicar intereses superiores al 20%, una barbaridad.
Pago aplazado en forma de cantidad fija mensual
Esta modalidad es una variante del anterior. Es decir, otra forma de expresar la forma en que devolverás el saldo vivo de tus compras a crédito con la tarjeta de crédito. En esta modalidad, se fija la cantidad mensual que deberás devolver sobre tus compras acumuladas a crédito del mes. Y sobre el resto del crédito no amortizado se te aplica un interés mensual, también cercano o por encima del 20%.
Qué tarjetas revolving son peligrosas
El Tribunal Supremo español, en una histórica sentencia de su Sala de lo Civil de fecha 4 de marzo de 2020 dictaminó en un caso seguido contra las tarjetas de crédito emitidas por WiZink que los intereses aplicados del 27,24% eras abusivos por usurarios.
La definición de un interés usurario se encuentra en la Ley de Represión de la Usura de 1908, hoy aún vigente, que lo describe así:
“Será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que resulte aquél leonino”.
Esto es lo que ocurre con las tarjetas revolving, cuyos intereses habituales, según las tablas del Banco de España, que recopila los datos de estas tarjetas, se sitúan entre el 19% y el 20%, pero es muy habitual encontrar intereses aún más elevados, del 24% y hasta del 29%.
Cómo reclamar por tarjetas revolving
Si eres un usuario afectado por el uso de una tarjeta de crédito revolving con intereses abusivos no esperes más. Hay despachos de abogados de créditos revolving, especializados en esta casuística y con muchas probabilidades de ganar a la entidad financiera en los tribunales.
En grandes ciudades como Madrid o Barcelona hay abogados de revolving como RDI Abogados con buenas recomendaciones y reseñas de los usuarios que te ayudarán con tu caso. Y lo más importante, su forma de trabajar es transparente: te ayudan a reclamar sin cobrarte nada por tu consulta. Te ayudan a conseguir una sentencia que anule los intereses aplicados por tu entidad financiera por usurarios, y solo te cobran en caso de obtener una sentencia favorable.
Por qué son peligrosas las compras a crédito
En general siempre recomiendo gastar lo que se tiene y huir de la compra a crédito. Es obvio que sin el apalancamiento que la financiación ajena nos ofrece, jamás podríamos acceder a comprarnos una casa o un coche. O pagar una reforma de casa.
Pero no es menos cierto que los productos financieros para la compra de una casa (préstamos hipotecarios), o pagar un coche (préstamos personales), tienen intereses mucho más bajos que los que aplican las entidades financieras a las compras a crédito.
El consumo está desbocado. Todo a nuestro alrededor son invitaciones a consumir, gastar por encima de nuestras posibilidades y pagar a crédito en «cómodos plazos». Cómodos plazos, sí, pero costosos (abusivos) también.
Recuerda que el engaño de las tarjetas revolving reside en que bajo el señuelo de que pagarás una pequeña cantidad, te cobrarán sobre el saldo vivo adeudado (la cantidad no amortizada de tu línea de crédito) intereses cercanos o superiores al 20%.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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