En el momento en el que se solicita una hipoteca, la negociación con el banco incluye una serie de aspectos y decisiones importantes que se deben tomar al respecto, como es el caso de decantarse por una hipoteca variable, fija o mixta. La entidad bancaria ayudará a escoger la opción más interesante, pero para saber qué interesa realmente, en este artículo se facilita más información al respecto.
Como primer paso, es imprescindible conocer el concepto de qué es una hipoteca, siendo un préstamo en el que se financia la compra de la vivienda y en el que la garantía de la misma es la vivienda en sí. La persona que realiza la compra del bien, acuerda la financiación con la entidad bancaria, y esta se compromete a devolver la cantidad prestada por el banco más los intereses asociados y acordados entre ambas partes, a través de la firma de un contrato, siempre por medio de cuotas mensuales y en un plazo de tiempo determinado. En todo préstamo hipotecario se presentan una serie de garantías por parte del prestatario en las que, en el caso de que no se haga frente a los pagos acordados, la entidad tendrá la capacidad de ejecutar la vivienda.
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Tipos de préstamos hipotecarios
Los tipos de hipotecas vienen determinadas por el tipo de interés que se aplica a la deuda, siendo posible contar con una hipoteca fija, con una variable o con la opción de que sea mixta.
En el caso de la hipoteca fija, sobre la cuota de la deuda se añade siempre un porcentaje o una cantidad que son fijos, siempre será el mismo importe a pagar a lo largo de toda la duración del préstamo.
Cuando se opta por una hipoteca variable, se sigue un índice de referencia (habitualmente el Euríbor), al que se le suma un porcentaje diferencial. En este tipo de hipoteca, los tipos de interés del mercado pueden tanto subir como bajar, y la entidad bancaria va actualizando el tipo de interés de forma semestral teniendo como referencia el último valor del Euríbor (si es el índice del caso), por lo que cada seis meses la cuota de la hipoteca se verá afectada al alza o a la baja.
En último lugar, el prestatario puede escoger una hipoteca mixta, que como bien indica su nombre, combina el funcionamiento de las dos expuestas anteriormente.
Qué se debe tener en cuenta a la hora de escoger una modalidad de préstamo hipotecario u otro
Son muchas las entidades bancarias que presentan unas condiciones y tipo de interés muy interesantes, por lo que escoger una u otra puede llegar a convertirse en una tarea algo abrumadora a la hora de realizar una comparativa de ventajas. Para facilitar el proceso, muchos bancos han puesto a disposición de sus clientes una serie de herramientas online que son de gran utilidad, como puede ser la calculadora de hipotecas de La Caixa, que puede ayudar al usuario a tener unas ideas aproximadas a la hora de contratar una posible hipoteca.
Para escoger el mejor tipo de préstamo hipotecario, es preciso tener en cuenta tres aspectos imprescindibles, que puedan augurar una cuota rentable y asequible a lo largo de la vida de la hipoteca.
El Euríbor es un tipo de interés del mercado, es el de referencia en España y es preciso tener en cuenta su evolución, de forma que hasta hace poco se encontraba en negativo (interesante para el prestatario), pero en su historia ha llegado a estar en un 5,39%. Dicho esto, sería aconsejable realizar un estudio sobre la cuota mensual de la hipoteca con diversas casuísticas, del 0%, del 2% o del 3%, y plantearse los diversos escenarios posibles, ya que no se sabe a ciencia cierta cómo irá evolucionando a lo largo de los años.
Escoger un interés fijo o variable dependerá del plazo de la hipoteca, de forma que para hipotecas de menos de 15 años, lo ideal es una hipoteca variable, ya que el Euríbor se encuentra muy bajo actualmente. Pero si la duración del préstamo va a ser de 20 años o más, puede ser más estable optar por el interés fijo, ya que no se tendrá que correr el riesgo de una subida excepcional del Euríbor.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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