En todo proceso de aprendizaje, y la educación financiera es uno más, se dice que los seres humanos atravesamos por un proceso y una serie de etapas. En este post te quiero explicar las diferentes fases del conocimiento y su aplicación práctica en educación financiera.
Tabla de Contenidos
Las 4 fases del conocimiento
Las cuatro fases que atravesamos en un proceso de conocimiento y aprendizaje son estas:
- inconsciencia de nuestro desconocimiento;
- consciencia de nuestro desconocimiento;
- aprendizaje del asunto que desconocemos y, por último,
- inconsciencia de nuestro conocimiento adquirido.
Inconsciencia de nuestros desconocimiento
Un niño pequeño es un ser vivo que pronto irá adquiriendo conocimientos, al principio de tipo reflejo, basados en una serie de hábitos (sueño, paseo, baño, alimentación), y más adelante, cuando sepa leer, en forma de primeros aprendizajes. Quién no ha tenido que hacer frente a la fase de pregunta-respuesta por la que atraviesan los niños pequeños. Durante la infancia todo es desconocimiento y todo son preguntas, al principio básicas, y luego más elaboradas.
Cuántas veces has mirado a tus hijos, a los demás niños y has pensado eso de “infelices, lo que les queda por aprender, o la que se les viene encima cuando se hagan mayores».
En la fase inicial del conocimiento, se dice que no hay consciencia de lo que se desconoce. Como no se puede saber lo que se desconoce si no se es consciente de lo que se ignora, estamos en un momento plácido de la vida: nada importa, nada me afecta, que alguien decida por mí, que yo estoy muy cómodo así.
Baroja lo refleja como nadie en el pensamiento de Andrés Hurtado, en su autobiográfico, “El árbol de la ciencia”:
“El mundo le parecía una mezcla de manicomio y de hospital; ser inteligente constituía una desgracia, y sólo la felicidad podía venir de la inconsciencia y de la locura”.
Desgraciadamente, millones de personas viven en esta fase en el mundo, por estar excluidos de la posibilidad de manejar finanzas personales (se dice que no disponen de “inclusión financiera”), pero en España, es peor todavía. Los españoles hemos recibido instrucción y tenemos escolarización obligatoria hasta los 16 años, pero en materia de finanzas personales nos comportamos como ignorantes. Cuando tomamos decisiones de inversión para nuestros ahorros a largo plazo como poner el dinero en depósitos bancarios a interés fijo frente a la alternativa mucho más interesante de la inversión a largo plazo en renta variable (fondos de inversión) estamos siendo unos inconscientes financieros.
Cuando oímos que las pensiones no dan para más dentro de unos años porque la pirámide poblacional se ha invertido, estamos siendo además insensatos. Papá Estado no te va a solucionar tu papeleta.
Consciencia de nuestro desconocimiento
En esta fase de la consciencia de nuestro escaso conocimiento es donde nos hallamos muchas personas. Llega un momento en la adolescencia y primera juventud en el que deseas conocer, leer, empaparte de todo lo que te rodea.
Los clásicos, se dieron cuenta y alguno dejó grandes frases para la posteridad.
Se le atribuye a la obra de Platón “Apología de Sócrates” haber recogido el famoso adagio de Sócrates, «Solo sé que no sé nada».
O esta otra también de Sócrates, reflejo de su humildad:
La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.
El maestro de Platón, ya desde muy joven aprovechó su facilidad de palabra para cuestionar la sabiduría de los filósofos y oradores que se creían saber mucho, poniéndoles en bretes filosóficos. La famosa frase, en realidad, formaba parte de una más larga que decía algo así: “Solo sé que no sé nada y, al saber que no sé nada, algo sé; porque sé que no sé nada”.
Pero también es verdad que en un momento dado te das cuenta de lo abrumador y apabullante que resulta saber de algo, estar al menos al día.
Si hay un libro donde se combina este afán del saber con el genio humorístico es el «Bouvard y Pécuchet» de Flaubert. Los comienzos relatan cómo se conocen sus dos personajes y su deseo de retirarse al campo a atesorar conocimientos de todas las ramas del saber, desde la arquitectura a la jardinería pasando por la medicina y la biología. Al final del libro, los amigotes no son constantes en nada, terminan aislados del mundo rural que les rodea y deciden volver a su vida anterior de oficinistas en la ciudad.
Este mismo esfuerzo de manera global fue lo que se consiguió durante la Ilustración, ese intento de disipar las tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón. El conocimiento humano podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía de la Edad Media para construir un mundo mejor. La burguesía fue el estrato social necesario para divulgar este conocimiento. El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces y del asentamiento de la fe en el progreso.
Fase de aprendizaje
La tercera fase del conocimiento es la que comienza con la formación, la educación y el aprendizaje de lo que se desconoce. Ese es el propósito de Finlit. Que aprendas sobre educación financiera.
Inconsciencia de tus conocimientos
La cuarta y última fase del conocimiento es aquella en la que has interiorizado tu conocimiento y lo llevas a cabo de forma inconsciente. ¿Te has preguntado alguna vez por qué conduces de forma inconsciente tu coche en la carretera? No, porque es un conocimiento adquirido que pones a la práctica de forma inconsciente.
En definitiva
Vivir en la inconsciencia de tus finanzas personales a la espera de que alguien resuelva tus necesidades financieras futuras es un grave error y mi propósito con finlit.es, es que seas consciente de ello y pongas tu dinero a trabajar para tu suficiencia financiera futura.
La educación financiera y los hábitos de planificación financiera que exige, te llevarán a este estado inconsciente de tus conocimientos , en menos de lo que piensas.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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