La Generación Baby-boomer

En la actualidad, se dan la mano en la ventana temporal que nos ha tocado vivir, varias generaciones que, según su fecha de nacimiento, se pueden clasificar así: baby boomers, Generación X, Generación Y o «Millenial» y Generación Z, que son los muy jóvenes de hoy (adolescentes y jóvenes de 20 años).

Cada una de estas generaciones ha nacido con un estado de las cosas, de la tecnología y de la economía muy distinto que se refleja en distintos valores y actitudes hacia la ética, la política, el consumo, o incluso el plazo al que toman decisiones de ahorro o inversión.

Esto es importante, porque según en cuál de estas generaciones te encuentres, así tenderás a comportarte, mientras que las necesidades de protección y ahorro para la jubilación van a ser más acuciantes en los próximos años. No nos engañemos, se espera en los próximos 30 años una involución en los sistemas públicos de protección social, en todo lo relativo a la dependencia y jubilación: no habrá suficiente para todos los cotizantes que llamarán a la puerta de la Seguridad Social a demandar su pensión de jubilación.

La Generación Baby-boomer

La generación del Baby-boom, conocidos como Baby boomers abarca a todos los nacidos entre 1945 y 1965 aproximadamente, al final de la Segunda Guerra Mundial y hasta los felices años 60 donde se vendía todo lo que se producía. Hoy tienen entre 50 y tantos y 70 años y han sido educados antes de que en España tuviéramos democracia, en un sistema de valores distinto del de las generaciones que hoy tienen 20, 30 o 40 años.

Los baby-boomers españoles tuvieron dificultades en sus años más jóvenes para acceder al consumo porque en nuestro país el sistema financiero no se desarrolló hasta los años 1980 y hasta entonces apenas había crédito al consumo.

Generación culta con pocas oportunidades

Se trata de una generación culta, con mucha experiencia y pocas oportunidades en su juventud, pero que debido a los años de crecimiento económico y desarrollo que vinieron en los años 1960, pudieron adquirir una vivienda y lo básico para tener un hogar y una vida aceptables, sin muchos excesos.

Signos distintivos

Los signos distintivos de los mas veteranos (sujeto a debate de los lectores) son:

• Conservadurismo en todo lo relativo a valores y riesgos a asumir en la vida;
• Inconformismo político;
• Prudencia y mucho miedo al fracaso;
• Relaciones laborales estables y de muy larga duración. Menor cualificación, menores oportunidades de formación.
• Cultura financiera que prima el riesgo cero y el corto plazo;
• Concepción de la Administración pública como estado de bienestar protector, por el cual no hay que preocuparse (tendremos derecho a paro, sanidad, pensiones, etc.).

Baby boomers y mercado laboral

Y lo más importante, tuvieron oportunidades laborales. En los años 50 y 60 cualquier persona con un mínimo de interés y ganas encontraba una ocupación y era capaz de ascender en el organigrama de su empresa o institución hasta lo más alto, sin importar tanto la educación y la formación como el tesón. La empresa, la única empresa tal vez, era la escuela por la que el baby-boomer iba ascendiendo a lo largo de una larga carrera profesional.

Se trata, por tanto, de una generación muy fiel a sus valores, comprometida con su empresa, que no sentía la necesidad de cambiar el status quo (salvo en lo político ya que muchos querían democracia).

Conservadores con su dinero

En lo económico-financiero, es una generación poco sofisticada, que intentaba llegar a fin de mes pero que no era consumista. Son muy aversos al riesgo y a inversiones «especulativas», mas allá de su cuenta corriente, su préstamo hipotecario y algún préstamo al consumo (las famosas letras).

Pero confían en los expertos que les asesoran, y tienen escaso criterio propio a la hora de tomar decisiones de inversión. Por eso tanto escándalo financiera que estamos descubriendo en la actualidad se está cebando con mayores de 60 y 70 años: preferentes, acciones de empresas quebradas, etc.

Soporte de las generaciones

La parte de esta generación que dispone de la estabilidad de su posición de pensionistas y se ha acomodado a la crisis con un consumo reducido está sirviendo de soporte a las generaciones más jóvenes a la hora de hacerse cargo de los niños, o de ayudar a final de mes.

Juan y Charo

Mis padres, Juan y Charo, con 70 y tantos años hoy, son un ejemplo de ellos. Matrimonio de clase media con oportunidades y muy trabajadores. Yo los veo realizados.

Trajeron cuatro hijos al mundo, nos dieron la educación que pudieron, las grandes oportunidades en nuestro caso de vivir en el extranjero y aprender idiomas desde pequeños gracias a su inquietud por salir fuera de España en los 1980s, cuando nadie tenía idiomas en este país.

Sin embargo, su educación financiera es básica, mas bien intuitiva, de supervivencia. Tal vez el hecho de ser funcionario él, tampoco le empujó a pensar más allá de su pensión de jubilación que hoy disfruta con comedimiento.

Cuando los cuatro hermanos dependíamos de ellos fueron comedidos en su consumo, hicieron malabares para llegar a fin de mes, ahorraron y viven tranquilos de su pensión, pero si les hablo de un PIAS, de un fondo de inversión o de las tarjetas de crédito que devuelven el 1% de tus compras, no se sienten cómodos ni necesitados. ¿Para qué, si ya estamos ahí, en la jubilación y con lo que tenemos nos llega?

Volver a la «Guía: Educación Financiera a los 60»