Razones para invertir en oro

Invertir en oro y plata ha sido históricamente un refugio para los inversores y los pequeños ahorradores en tiempos de incertidumbre como los que atravesamos actualmente.

Los metales preciosos son especialmente atractivos en entornos de crisis económica, una opción que hay que considerar muy seriamente para proteger nuestro patrimonio y nuestra inversiones. Lo argumentamos a continuación.

Las virtudes del oro

Las razones por las cuales el oro es y ha sido siempre el valor refugio por excelencia son las siguientes:

• Es duradero: es un metal que no se oxida ni se deteriora.
  
• Es un bien limitado: a diferencia de los billetes de banco, el oro no se puede crear de la nada y de forma ilimitada. En eso reside precisamente su valor.
  
• Su liquidez es inmediata: se puede cambiar por efectivo en cualquier banco y en cualquier país del mundo.
  
• Es fácilmente transportable: unas monedas o un pequeño lingote de oro caben en cualquier bolso o billetera.
  
• Al tratarse de un activo físico y tangible, no se puede hackear ni borrar.
  
• No requiere ningún gasto de mantenimiento (como sí sucede por ejemplo con los bienes raíces).
  
• No depende de ningún estado, gobierno o entidad. A diferencia de los activos en papel como acciones, bonos, y ETF, el oro físico sólo pertenece a quien lo posee.
  
• Su cotización crece a largo plazo: la alta demanda de este metal precioso y su cantidad limitada asegura el aumento constante del precio del oro a nivel mundial.

A todo lo anterior hay que señalar un hecho histórico irrebatible: desde los inicios de la civilización y en todos los lugares del mundo el oro, y en menor medida también la plata, ha sido considerado el único valor para medir la riqueza de las naciones y los hombres.

El oro ha sido valioso durante los últimos 5.000 años, una garantía de seguridad y protección financiera independientemente de la situación política, económica o social de cada momento.

Oro e inflación

El  oro es un activo muy valioso que reacciona con fuerza frente a la inflación, es decir, la pérdida de valor de la moneda. Cuando la moneda se debilita, los precios suben y nuestro poder adquisitivo desciende.

La inflación se produce cuando los bancos centrales imprimen grandes cantidades de moneda para inyectar en el circuito económico. Esto es lo que lleva haciendo tanto la Reserva Federal (FED) en Estados Unidos desde hace décadas como el Banco Central Europeo (BCE) en los países de la Zona Euro en los últimos tiempos.

Con cada nueva emisión masiva de moneda, el Euro pierde un pequeño porcentaje de su valor. En esta situación, invertir en oro se convierte en el mejor refugio para los inversores que desean protegerse.

Así, en un entorno inflacionista, el precio del oro aumenta inevitablemente, como demuestra el gráfico de cotización de los últimos veinte años.

Refugio y diversificación

Es cierto que, debido a sus características peculiares, el oro destaca más como valor refugio que como inversión. Sin embargo, muchos inversores también apuestan por los metales preciosos para diversificar sus carteras.

En periodos de inestabilidad económica y alta volatilidad en las bolsas, las acciones y bonos son cada vez más vulnerables. Por eso la clave para proteger las inversiones es la posesión de activos no correlacionados. De este modo, el aumento de valor de unos puede compensar la pérdida de valor de otros.

La verdadera diversificación pasa por incluir un activo que puede proteger su cartera frente a la incertidumbre de los mercados bajistas y otros eventos inesperados: el oro.

Lógicamente, en este supuesto sólo resulta práctico invertir en oro físico, no los ETFs de oro, que adolecen de los mismos riesgos que las acciones bursátiles y otros activos financieros.