Invierte en una sociedad anónima o una sociedad limitada de manera exitosa

Invertir en un nuevo modelo de negocio suele ser una tarea exigente que te reclamará tiempo y dinero. Por esta razón, para llevar adelante la adquisición de acciones de una compañía, nada como contar con un equipo cualificado con el que recibir asesoría en todo momento, que te acompañe y te represente en los movimientos legales. En el siguiente post te hablo sobre la adquisición de participaciones sociales en una sociedad anónima y en una sociedad de responsabilidad limitada, con el objetivo de que te decidas por una de ellas, para así operar con diligencia en el ámbito empresarial.

¿Deberías comprar acciones en una sociedad anónima o en una sociedad de responsabilidad limitada?

En el contrato de compraventa de participaciones sociales, como comprador puedes aumentar significativamente la cuota que tienes como socio sobre una determinada empresa. Esto significa que cuanto más grande sea el porcentaje de acciones que poseas sobre una compañía, mayor será la influencia que tendrás como accionista en la toma de decisiones y en la gestión de la misma.

Teniendo presente que las compañías se amparan por el régimen de mayorías, es normal que quien posea un 50% de las acciones de la empresa o más, sea quien tenga la última palabra en las decisiones que lleve adelante la administración

Para realizar este tipo de contrato de compraventa de participaciones sociales de una empresa, lo ideal es que antes te asesores por un equipo gestor fiscal cualificado, con una amplia experiencia en asesoramiento legal y en la escritura de contratos. De manera que, en todo momento, tengas la seguridad de que estás yendo en la dirección correcta para la adquisición de las acciones de la empresa.

Antes que nada, debes tener presente las diferencias que existen entre adquirir acciones en una sociedad anónima y en una sociedad de responsabilidad limitada. Y ello porque aunque tengan muchos puntos en común, en cuanto a su funcionamiento y su regulación frente a ley, presentan diferencias muy marcadas.

Algunas de estas diferencias son las siguientes:

• la sociedad anónima es una sociedad abierta. Esto quiere decir que los socios pueden vender sus acciones de forma libre, mientras que en la sociedad de responsabilidad limitada la venta es libre, siempre y cuando el comprador sea otro socio, uno de los hijos del vendedor o un cónyuge.Por esta razón precisamente las sociedades anónimas pueden cotizar en bolsa, algo que sin duda debes valorar a la hora de convertirte en accionista de una compañía.
• Otra diferencia importante viene dada por el capital mínimo para ingresar en una u otra sociedad. Mientras que en una sociedad anónima el capital mínimo es de 60.000 euros, en una sociedad de responsabilidad limitada es de 3.000 euros.

Busca asesoramiento profesional y adquiere de forma satisfactoria una participación social en una compañía

Otro aspecto a tener en cuenta en el momento de llevar adelante un contrato de compraventa de participaciones sociales son los trámites de constitución de las sociedades que, aunque son equivalentes, en las sociedades limitadas son más flexibles.

En una sociedad anónima, por ejemplo, será necesario que un profesional designado por el Registro Mercantil proporcione un informe sobre el valor de lo que procurar aportar. Por ello los controles son más estrictos en esta última.

La Ley de Sociedades de Capital -ya sea para la sociedad anónima como para la sociedad limitada- opera según los estatutos marcados. Por esta razón, las cláusulas estatutarias siempre deben preverse con antelación; a continuación deben redactarse para luego cumplirse como marca la normativa. En este sentido, es lógico que una sociedad más grande, como lo son las sociedades anónimas, tenga estatutos sociales de mayor relevancia que la sociedad limitada.

Por otra parte, tanto la compraventa de acciones como la compraventa de activos de una compañía, deben constar en documentos públicos, por lo que es vital contar con los servicios profesionales de un equipo de gestores fiscales para llevar adelante esta tarea de forma idónea; por lo que si tienes pensado comprar acciones en una empresa, ya sea SA o SL, sin duda, la mejor opción es contar con asesoramiento legal de confianza y un equipo cualificado que te represente en todo momento.