En este segundo Capítulo del Curso de Educación Financiera #Finlit analizamos la importancia de la educación financiera.
En España y demás países europeos (centro y norte de Europa) se dice que vivimos en una sociedad de bienestar. La sociedad de bienestar se define en economía y política como un
modelo de administración en el que el Estado provee servicios públicos en cumplimiento de los derechos sociales adquiridos a la totalidad de los habitantes de un país (concepto de universalidad).
El estándar de calidad de vida que hemos adoptado (consumir, usar y tirar, viajar por doquier, salir de fin de semana, cambiar de coche, comprar dos casas) nos está ahogando. Muchos quieren mantener ese «tren de vida» a partir de endeudamiento, y a veces la situación financiera es insostenible. En esta sociedad consumista que vivimos, parece que «si no tienes, no eres».
Y dentro de nuestro Estado de bienestar, tenemos asumidos como derechos fundamentales la protección de los poderes públicos: sanidad, pensiones, desempleo, ayudas públicas, becas, subvenciones, etc. Eso, de alguna manera nos está haciendo personas conformistas.
Pero si miras el número de pobres que tenemos hoy en España y el volumen de Deuda Pública comprometido por nuestros gobernantes, claramente estamos teniendo menos bienestar. Y así seguirá siendo si no nos emancipamos de esa «falsa sensación de protección» y construimos de manera inteligente nuestro futuro.
Tabla de Contenidos
La paradoja de la elección
El térmico «elección» (choice) es muy pernicioso. Sobre todo en economías de mercado como la española donde hace muchos años que la Demanda (las empresas que ofrecen cosas y servicios), es muy superior a la Oferta (los consumidores que compramos y contratamos).
Paradójicamente, una mayor posibilidad de elección entre varias alternativas de lo que quieras (supermercados, bancos, coches, tiendas de ropa, etc.), nos hace más libres. Y sin embargo, cuanto mayores las opciones para elegir, más perdidas estamos las personas.
Hay economistas que definen muy bien esta paradoja. Por ejemplo, el profesor de negocios austriaco, Peter F. Drucker (1909-2005) dice que dentro de cien años, cuando miremos atrás nos daremos cuenta de que el mayor cambio social sobre Internet, la tecnología o el comercio electrónico, habrá sido la «elección». Y paradójicamente, personas que tendrán que gestionarse por sí mismas, estarán totalmente no preparadas para hacerlo.
“In a few hundred years, when the history of our time will be written from a long-term perspective, it is likely that the most important event historians will see is not technology, not the Internet, not e-commerce. It is an unprecedented change in the human condition. For the first time—literally—substantial and rapidly growing numbers of people have choices. For the first time, they will have to manage themselves. And society is totally unprepared for it.”
Por su parte, Robert Kiyosaki (n.1947) dice que debemos despabilar y no esperar que el gobierno nos salve de nada. Te debes salvar a ti mismo.
«The government will never save you. You must save yourself».
Llevando esto a la ingente cantidad de servicios públicos asistenciales, en el fondo nos estamos volviendo acomodaticios. Preferimos cobrar un sueldo público a emprender. Preferimos cobrar un subsidio que aprender y trabajar en nuestro proyecto personal, etc.
Importancia de la educación financiera
La educación financiera (o alfabetización financiera), es la capacidad de una persona de a pie de entender cómo funciona el dinero en una economía capitalista y en el ámbito familiar y los mecanismos que permiten gestionar sus finanzas personales para garantizarse una calidad de vida presente, futura y plena.
Las finanzas personales son nuestros ingresos, cómo gastamos, si ahorramos y en qué productos metemos los ahorros, nuestra inversión y nuestro endeudamiento. Si metes esos ingredientes en una coctelera y agitas el mejunje, te vas a encontrar con que tus finanzas personales pueden ser un auténtico desastre y vives arruinado o estas equilibrado o centrado en el largo plazo.
Lo cierto es que las finanzas personales son tuyas, subjetivas, y posiblemente no tendrán que ver nada con las de tu vecino. Pero lo que sí está hoy muy claro es que Papá Estado no va a estar ahí para defenderlas. Así que eres tú quien decide. No dejes que lo hagan por ti familiares, vecinos, amigos, asesores, etc.
Porque cada cual decide en la vida qué quiere hacer y qué prioriza más, el corto, el medio o el largo plazo. Aunque el largo plazo se adivina muy complicado. Hay un montón de estereotipos sobre economía familiar: el hormiguita, el avaro, el derrochador, el que todo lo compra antes que los demás, etc.
La importancia de la educación financiera radica en que logres tus metas a corto y medio plazo, y que seas muy prudente con el largo plazo, a la jubilación, porque todo apunta a que la pensión que puedas cobrar si te jubilas a 20 o 30 años vista, no va a dar para mucho.
Educación financiera vs inclusión financiera
La educación financiera es un proceso de aprendizaje en varias etapas (iterativo), que te ayuda a conocer cómo funciona el dinero a tu alcance y qué decisiones tomar en cada etapa de tu vida, para poder construir una red de protección financiera que te ayude cuando la capacidad del Estado de protegerte financieramente sea mínima. Que lo va a ser en los próximos años.
Y en España tenemos suerte de hablar de educación financiera. Digo suerte porque en el resto de países menos evolucionados que España (latinoamérica, Asia, Africa), ni siquiera se habla de educación financiera. Allá están en una fase anterior: la inclusión financiera.
Te recomiendo pasar al siguiente Capítulo del Curso de Educación Financiera #Finlit sobre la inclusión financiera donde aprenderás qué es y te des cuenta de lo afortunado/a que eres por el simple hecho de vivir en España.
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