La educación financiera, para el que escribe, trata de explicar cómo salir de la espiral de la pobreza para conseguir ingresos suficientes como para cubrir los gastos imprescindibles de la vida y ahorrar dinero. Posteriormente, las claves de esta disciplina están en saber invertir adecuadamente ese ahorro y, por supuesto, proteger tu patrimonio con seguros. De todas estas fases, la inversión es tal vez la más interesante por los rendimientos que nos permitirá alcanzar dependiendo de la estrategia de inversión que sigamos. En este post te explico cuál es la mejor forma de invertir tu dinero. Sobre todo si te estás iniciando en la fase de inversión o si tu volumen de ahorro mensual es aún limitado y quieres sacarle el máximo partido a tu dinero.
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Importancia de la inversión en la educación financiera
Si sigues este blog, Finlit, verás que la educación financiera va de saber qué hacer con la faceta económica de nuestra vida en el momento en que nos emancipamos de nuestros padres y comenzamos a hacer una vida por nuestra cuenta. Los comienzos siempre son duros, pero si tomamos las decisiones correctas podremos obtener ingresos. Una vez que tengamos ingresos suficientes como para ahorrar una parte, es el momento de invertir nuestro dinero. No hacerlo por miedo o ignorancia es un comportamiento negligente con consecuencias graves a medio plazo sobre nuestras finanzas personales.
Y lo es porque dejar nuestro dinero guardado bajo la almohada o en cuentas y depósitos bancarios no tiene ningún sentido. Se trata de inversiones nada rentables, sobre todo estos últimos años de intereses prácticamente nulos (si no negativos). Pero es que, además, este tipo de productos de ahorro como son los depósitos y cuentas corrientes no logran batir el principal enemigo de toda inversión, la inflación.
Los españoles no tenemos ni idea de dónde invertir nuestro dinero con rentabilidad. De hecho no lo hacemos a penas como demuestra el hecho de que tengamos «parados» cerca de 1 billón de euros en depósitos bancarios sin rentabilidad alguna frente a los 300.000 millones que tenemos invertidos en productos rentables (aunque con más riesgo) como los fondos de inversión o los planes de pensiones indexados (o no).
En definitiva, y para cerrar este apartado: si tu rentabilidad obtenida por tu dinero es inferior a la inflación, estás perdiendo dinero y te empobreces a medio plazo. Por tanto hay que pensar en invertir nuestro dinero en otro tipo de productos más rentables.
¿Cuál es la diferencia entre un fondo de inversión y un plan de pensiones?
La diferencia entre estos dos productos tiene que ver con su fiscalidad, con su liquidez y su rentabilidad.
A priori, un fondo de inversión es un producto líquido que permite invertir tus ahorros con la idea de retirar tus ganancias cuando lo juzgues oportuno, sin restricción temporal. La fiscalidad de los fondos recae sobre las plusvalías obtenidas por tu dinero en el momento en que retires tu inversión (diferencia entre el valor al que compraste y el valor al que vendiste tus participaciones en estos fondos).
Por su parte, un plan de pensiones es un producto de ahorro a más largo plazo pensado para preparar tu jubilación el día de mañana. Su fiscalidad es muy interesante en el momento de la inversión ya que, con ciertos límites anuales, nos permite desgravar en nuestra declaración anual de la renta. Pero su liquidez es más comprometida porque al menos hasta pasados 10 años desde su apertura, tu dinero estará «bloqueado» (con algunas excepciones en caso de apuros económicos serios).
Esto es lo que los separa, pero ambos productos tienen algo en común porque comparten estrategias de inversión similares. Básicamente hay dos formas de invertir dinero en fondos o en planes de pensiones.
- Una de ellas es la gestión pasiva de las inversiones. Esta consiste en indiciar o indexar la cartera de inversiones del fondo o plan a un índice objetivo que se sigue fielmente.
Son índices replicables por muchos de estos productos el Ibex 35 español o el S&P 500 norteamericano, por citar un par de ejemplos. Con una gestión pasiva se persigue obtener, y se obtendrá, una rentabilidad a la que obtenga el índice replicado. Además, al requerir una dedicación menos intensiva por parte de los gestores del plan o del fondo, sus comisiones anuales son menores. - Por otra parte, tenemos la gestión activa de las inversiones. Esta estrategia es libre y trata de batir la rentabilidad de los índices bursátiles conocidos. Lógicamente, la promesa de rentabilidad de estas inversiones puede ser superior a la de los índices. Pero también el riesgo asociado a la inversión.
Este tipo de estrategias requieren un seguimiento estrecho de la cartera de inversiones del plan o fondo para intentar conseguir un mejor comportamiento mejor que el índice al que quieren batir. Por esta especial dedicación, las comisiones de estos productos son mayores que las de los fondos o planes de pensiones indexados.
Los planes de pensiones indexados. Características
Un plan de pensiones indexado es un instrumento de inversión colectiva pensado para agrupar los pequeños ahorros de muchos inversores e invertirlos con unos criterios marcados a priori por sus gestores. Dentro de estos criterios puede haber planes más agresivos (donde la renta variable pese bastante sobre la fija en la cartera de inversiones), o menos.
La gran ventaja de este producto pensado para la jubilación es que es accesible a miles de ahorradores, y no exige grandísimas cantidades a invertir. Además, su rentabilidad suele ser superior que la de un plan de pensiones normal que no siga una política de gestión activa o pasiva.
En cuanto a su fiscalidad, te puedes desgravar anualmente aportaciones a planes de pensiones por un importe máximo de 2000 euros este año 2022 (veníamos de 8000 euros en años anteriores).
Eso sí, en el momento de la jubilación, se recomienda rescatar la suma invertida en estos planes a lo largo de una vida en forma de renta periódica frente al rescate de un capital. Esto es así porque si se cobra una renta mensual, Hacienda la considerará parte de los rendimientos del trabajo en la declaración anual de la renta.
El inconveniente principal, como dijimos antes, es su escasa liquidez. Este dinero invertido en planes de pensiones, por haber dado lugar a desgravaciones en la renta anual, el Estado obliga a que no se pueda disponer de él al menos hasta que pasen 10 años. Eso salvo que se incurra en fallecimiento o invalidez.
Y otro inconveniente es la estrategia bastante conservadora de los planes de pensiones, que invierten en carteras en las que predomina la renta fija sobre la variable. Esto hace que un fondo de inversión agresivo pueda conseguir una rentabilidad bastante superior a la de un plan de pensiones. Pero claro, la finalidad de uno u otro es diferente.
Recuérdalo, los planes de pensiones indexados son productos conservadores de ahorro a bastante largo plazo con la intención de constituir una bolsa de ahorro a rescatar como renta en el momento de la jubilación, dentro de muchos años.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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