William McGregor, comerciante escocés afincado en Birmingham que el 17 de abril de 1888 fundó la Football League, la primera liga de fútbol organizada del mundo, fue la primera persona que describió el fútbol como “un gran negocio”. Se refería a los beneficios de taquillas obtenidos en las semifinales de la FA Cup de la temporada 1904/05 entre Aston Villa y Everton FC, que generaron una cantidad equivalente a unas 700.000 libras actuales. McGregor cambió la concepción del fútbol, que hasta ese momento se consideraba como una diversión, sin ánimo de lucro. Antes de la fundación de la Football League, los partidos eran promovidos por los dueños de los bares ingleses, con el único objetivo de vender cervezas y aperitivos. De hecho, ese tipo de ventas y las apuestas eran los únicos negocios que existían alrededor del
mundo del balompié.
El fútbol comenzó como un juego, como una diversión, pero se ha convertido en un gran negocio que mueve miles de millones de euros de forma anual. Un modelo de negocio del deporte como espectáculo que se encuentra en plena transformación. Tanto los clubes, en su condición de empresas, como las ligas de fútbol basan una parte importante de su salud económica en la capacidad de disponer de diferentes fuentes de financiación, especialmente para mantener la relevancia dentro de la industria. Los derechos televisivos, la venta de entradas, los patrocinios y el merchandising son las opciones de financiación más importantes para los clubes de fútbol en la actualidad.
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Las casas de apuestas deportivas emergente en el mundo del fútbol
Las casas de apuestas reflejan la magnitud económica del negocio del fútbol en la actualidad. En 2019, se jugaron en España más de 9.000 millones de euros en apuestas deportivas online, según los datos del Informe anual del juego en España 2019 publicado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). No cabe duda de que los aficionados al fútbol han encontrado en las apuestas deportivas una manera más emocionante de vivir los partidos. Sin embargo, las casas de apuestas también se han adentrado en el mundo del fútbol a través del patrocinio, ya que son conscientes que la mayor parte de su público objetivo se encuentra reunida en este deporte. Hoy en día, 19 de los 20 clubes de Primera División, con excepción de la Real Sociedad, mantienen algún tipo de relación comercial con casas de
apuestas, que aportan en torno a 80 millones de euros anuales.
En octubre de 1981, la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó el uso de publicidad en las camisetas de los clubes. Desde entonces, esta fuente de financiación ha ayudado mucho al impulso económico de los clubes españoles. En diciembre de ese mismo año, el Racing de Santander se convirtió en el primer equipo en lucir publicidad en sus camisetas, concretamente en el partido que le enfrentó al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Por su parte, el equipo madridista firmó un contrato de 100 millones de pesetas por campaña con Zanussi. Desde entonces, marcas de todos los sectores luchan por poner su nombre en las camisetas de los clubes de fútbol. Un espacio que han conquistado las casas de apuestas en los últimos años, como se puede observar en la mayoría de clubes y vallas
publicitarias de los estadios.
El objetivo de los clubes de fútbol
Hoy en el día, el éxito de los clubes de fútbol se puede interpretar tanto desde el punto de vista del deporte profesional como de las finanzas, por lo que el objetivo y la estrategia se diseñan principalmente en función de los intereses y la riqueza del propietario. Por ejemplo, los clubes con pequeños propietarios o propietarias suelen actuar bajo un estrecho control financiero y persiguen el éxito en el terreno de juego, siempre dentro de esas limitaciones financieras. Al tener éxito en el terreno de juego, el propietario o la propietaria genera ingresos adicionales, por lo que considerará el club como un activo importante de su riqueza personal. El Villarreal CF, cuyo presidente es el empresario español Fernando Roig Alfonso, es un buen ejemplo de este tipo de gestión.
En contraposición, los clubes con grandes propietarios o propietarias, personas sumamente adineradas, suelen actuar con un presupuesto menos estricto, ya que consideran el club como un capricho personal. A pesar de ello, existen casos de propietarios adinerados que tienen un objetivo económico, y no están tan interesados en los resultados deportivos. El Valencia CF, cuyo propietario es el empresario e inversor singapurense Peter Lim, es un buen ejemplo de ello.
El magnate asiático, que no tenía ningún vínculo con Valencia, compró el equipo valencianista en 2014 con el único propósito de ganar dinero, especialmente a través de traspasos de jugadores. Una gestión que demuestra que William McGregor tenía razón: “el futbol es un gran negocio”.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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