El ahorro es la parte del presupuesto familiar que no requerimos a corto plazo, tras atender el endeudamiento (préstamos, créditos, tarjeta de crédito) y el gasto familiar (vivienda, alimentación, educación, salud, viajes, etc.).
En España, según Eurostat, la tasa de ahorro actual en 2017 es del 6%, por debajo de la media de toda la UE, del 10,5%. Es decir, que de cada 100 euros que ingresamos en casa, las familias gastamos 94 euros y guardamos a penas seis euros.
Sin embargo, los expertos recomiendan en cada etapa de la vida comenzar a ahorrar al menos un 10% de los ingresos de cada cual (o del total familiar).
Este ahorro mensual se debe destinar a inversión en distintos productos financieros según las necesidades de liquidez que podamos tener a corto, medio y largo plazo, pero desde ya te digo que hacemos mal si dejamos que se «pudra» en nuestras cuentas corrientes no remuneradas al 0% o en depósitos bancarios a plazo fijo, al 1%.
Aquí te resumo los diez errores más frecuentes a la hora de ahorrar e invertir tu dinero. También te pego en la portada de este post una goma de borrar de las que usábamos en el colegio, cuando comenzábamos a aprender, por si tienes que empezar a aplicarla a alguno de estos diez errores típicos del mal ahorrador-inversor:
El principal error que cometemos, sobre todo en los primeros años desde que tenemos ingresos (con 20 y 30 años) es pensar que no necesitamos ahorrar de ninguna manera y que hay que vivir al día (el «carpe diem» de la cigarra, que se vende tan bien).
Esta forma de pensar es peligrosa ya que consiste en, si acaso, llegar a fin de mes en equilibrio (gastamos todo lo que ingresamos y vivimos al día), no prevé un fondo de emergencia, y ni siquiera piensa a medio plazo en desembolsos importantes como pagarse la universidad o un máster, ahorrar para comprar o alquilar vivienda, o tus necesidades de movilidad.
El segundo error que cometemos es no conocer el principio del alto coste de la espera y el poder del interés compuesto.
Estos principios dicen que si empezáramos sólo ahorrando a medio o largo plazo 50 euros al mes a los 20 años, a los 67 obtendríamos cientos de miles de euros, mientras que si comenzamos a los 50 años, para conseguir el mismo importe al jubilarnos a los 67, tendríamos que invertir miles de euros cada mes.
Por tanto, cuanto antes empecemos a ahorrar, menos esfuerzo necesitaremos hacer cada mes para conseguir mucho más dinero a largo plazo.
El tercer error que cometemos es no pagarse a sí mismo primero.
Piénsalo bien. Cada vez que entra tu nómina a fin de mes. Abres la puerta, sientas en tu sofá y comienzas a dar billetes al banquero que te presta el dinero de tu vivienda, a tu compañía de teléfonos, al de la luz, al del agua, al prestamista de tu coche, al tendero del super, al gerente del hotel, al piloto del avión de tus vacaciones, etc.).
Es figurado, claro, pero la realidad es que no te pagas a ti en forma de ahorro futuro, nada (ese 10% que hemos visto al principio).
Otro error es no fijar huchas de ahorro individuales e independientes a medio y largo plazo.
Idealmente deberíamos ahorrar cada mes y apartar un poco de dinero para vivienda, coche, estudios, una boda, o un producto de ahorro para la jubilación (por ejemplo un plan de pensiones o un PIAS).
En el fondo, hablamos de previsión y de ser previsores. Y dentro de la previsión deberías tener en cuenta la importancia de los seguros de vida (a partir de los 30 años o cuando tengas a tu cargo una familia) y de los seguros de ahorro para la jubilación.
Aprende que tu ahorro también requiere de «protección», y proteger tus ingresos de la posibilidad de sobresaltos como una invalidez, el paro, la pérdida de tu vivienda o tu muerte es lo más sensato cuando comienzas a tomarte en serio tu futuro una vez que formas tu familia.
Otro error de nuestro «no ahorro», es vivir por encima de tus posibilidades, teniendo más deudas que ingresos.
Esta es una terrible situación, la del endeudamiento masivo, que nos puede arruinar y dejarnos sin bienes y desahuciados. Al dejarnos llevar por la facilidad de retrasar el pago de las cosas o de trocearlo, para consumir mucho, podemos caer en el «estrangulamiento» financiero y en una rueda que asfixiará nuestra economía familiar.
Si estás en esta situación, comienza por romper la tarjeta de crédito, rebaja tus deudas y vive con el efectivo de que dispongas en casa o en tu banco, o plantéate ingresar más (adquiere formación, trabaja horas extras, intenta subir en tu empresa, etc.).
Pero el error más grave para mí, cara al ahorro, es un error de miras: invertir a corto plazo nuestro ahorro por miedo al riesgo (o no invertir con mentalidad a medio o largo plazo en productos pensados para esos plazos).
Se calcula que en España hay 900.000 millones de euros invertidos en depósitos a plazo fijo que son seguros hasta 100.000 euros pero que apenas dan una rentabilidad del 1% (por debajo de la inflación anual).
Mira esta publicidad de un depósito de Wizink al 1% TAE durante 18 meses. ¿De verdad crees que con una remuneración del 1%, por debajo de la inflación del 1,6% a octubre de 2017, y sin tener en cuenta el 19% de retención del IRPF sobre la remuneración, lleva a alguna parte tu ahorro futuro?
Por tanto, recuerda que tu inversión en depósitos no superan la inflación y están sujetos a impuestos y retenciones. Idealmente, debemos invertir a corto plazo y sin riesgo (en depósitos) sólo el importe del fondo de emergencia (entre 3 y 6 veces nuestros ingresos mensuales), invertir en productos a medio plazo nuestras huchas a medio plazo e invertir en renta variable a largo plazo, el ahorro para la jubilación.
Recuerda que cuando inviertes a largo plazo en fondos, planes y seguros de ahorro, no te deben importar ni la liquidez de tu inversión (la tendrás en pocos años) ni el mayor riesgo, ya que está demostrado que la bolsa a largo plazo es la inversión más rentable, con independencia de sus altibajos diarios.
No conocer ni practicar los tres principios del ahorro rentable: diversificación, promediación y visión largo plazo.
La diversificación significa que no debemos invertir todos los huevos en la misma cesta (por ejemplo en acciones de un banco), sino en fondos de inversión que invierten en cientos de empresas sin riesgo de quiebra de una sola de ellas para ti. Recuerda que planes de pensiones, seguros de ahorros como el PIAS, o planes de pensiones que invierten en fondos de pensiones son instrumentos que diversifican muchísimo su cartera de acciones, con lo cual el riesgo de que quiebra o caída de una empresa apenas afectan a su rentabilidad.
Promediar significa también que invirtiendo todos los meses en un fondo de inversión habrá meses que compres más participaciones de las distintas empresas que formen su cartera, porque están a un precio alto, pero habrá otros en los que, cayendo el valor del fondo, compres más participaciones por su menor valor, resultando que a la siguiente subida tendrás incrementos importantes de tus saldos invertidos. Es decir, que la caída del valor en bolsa puede ser un buen momento para entrar en ella, aunque nos entren ganas de salir con pérdidas.
Y largo plazo significa que ese dinero no se toca hasta el largo plazo, que para mí debería ser por lo menos de 5 años desde el inicio de tu «plan de ahorro con inversión a medio o largo plazo».
No conocer o no entender la máxima de que «rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras», eligiendo un producto de inversión en función exclusiva de su comportamiento pasado.
No tener en cuenta la fiscalidad del ahorro a medio o largo plazo.
Si ganas bastante dinero en tu trabajo y quieres pagar menos ahora, definitivamente opta por un plan de pensiones, ya que te podrás desgravar de la base imponible de tu IRPF anual hasta 8.000 euros que inviertas en planes ese año.
Si prefieres no tener un «bono fiscal» anual pero sí una excelente fiscalidad a largo plazo, te recomiendo un Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS), hoy en día más interesante que los planes de pensiones cuando recuperas tu inversión porque no tributas nada por el incremento patrimonial de todos los años de tu PIAS si lo recuperas en forma de renta mensual.
No tomar el control de tu vida financiera, confiándola a tu cuñado, a tu vecino o a tu bancario. Todos ellos te asesorarán en base a sus intereses y su experiencia, pero no los tuyos.
Recuerda que sólo tú te conoces y conoces tu perfil de aversión al riesgo, pero que a largo plazo, invertir en renta variable a largo plazo, diversificando en industrias y mercados, es la opción más rentable para tu jubilación.
Te dejo este artículo de la web del BBVA donde se dan también algunos de estos errores frecuentes en la forma en que ahorramos e invertimos nuestro dinero.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
1 Comentarios
One Reply to “Diez errores de inversión frecuentes”
Invertir en negocios no es fácil ya que siempre existe un riesgo y es necesario prepararse lo mas que se pueda antes de emprender, pero una vez lleguen los frutos todo se olvida