Desplazarse en moto es uno de los más grandes placeres para los que gusten de la libertad de movimientos y de viajar ligeros de equipaje, siendo siempre puntuales y sin tener problemas de aparcamiento. La moto es uno de los medios de transporte en la ciudad más prácticos. Cuesta menos que un coche, no pagas por el estacionamiento en la calle, consume poco y no llegas tarde a tus citas. Es cierto que la moto es peligrosa, pero conduciendo con prudencia es una firme aliada de la movilidad en las grandes ciudades.
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Tipos de moto a tu disposición
Si me dejaran, tendría una moto para cada ocasión. Pero como no soy Cristiano Ronaldo, tengo una solo moto en mi garaje, aunque confieso que a los 30 llegué a ver más de una aparcada allí (los excesos de la treintena).
Por su distinta finalidad, podemos distinguir los siguientes tipos de motos. Dejamos fuera los ciclomotores (cilindradas de 50 cc y velocidad máxima 45 km/h):
- Los scooters: son las motos reinas de la ciudad. Con una cilindrada pequeña (entre 125 y 400 cc, aunque las hay de 500 a 800 cc para los que trabajen en las afueras), los scooters son fáciles de conducir, comodísimos ya que sólo tienen acelerador en el puño y frenos pero no marchas, y muy prácticos ya que además de poder guardar muchas cosas bajo el asiento, te protegen del frío (hay «mantas térmicas para scooter en el mercado por unos 50-100 euros);
- Las motos de carretera: están pensadas para la ciudad, pero sobre todo para la carretera y un kilometraje medio, y su cilindrada puede variar entre los 400 y los 1600 cc.
Las hay «naked«, carenadas y semicarenadas según cómo te cubran del viento. También tenemos las motos deportivas cuya postura de conducción está totalmente desaconsejada para ciudad. Las trail que tienen un manillar alto pero que son tan altas que apenas se llega al suelo en los semáforos y las gran turismo, que son pesadas y de gran cilindrada y entre los coches en el atasco, son muy incómodas de pilotar.
- Las motos de campo (off-road): aquí tenemos motos de pequeña cilindrada y muy ligeras para todo tipo de prácticas a campo abierto y por caminos. Dentro de estas tienes motos de enduro, de trial y de cross.
Qué moto tener en ciudad
Sin ninguna duda un scooter. No se te pase por la cabeza otro modelo para la ciudad que un scooter. No lo hay.
Te lo digo yo que he tenido más de una decena de motos desde que tengo mayoría de edad (y los recursos para comprar mi primera Vespa allá por 1990). Los scooters tienen estas ventajas claras sobre los demás tipos de moto.
- te desplazas con comodidad sin tener que pensar en el embrague ni en las marchas (si tienes una moto de marchas incluso todos tus zapatos izquierdos tendrán un buen desgaste en el empeine, fíjate);
- si llueve no te mojas los zapatos, calcetines ni perneras de los pantalones frente a cualquier otra moto;
- si hace frío, le puedes poner una manta térmica que te protege del frío hasta la cintura (y se agradece mucho cuando llovizna);
- si hace calor pasas calor, pero mucho menos que el calor del motor de una moto de carretera sobre tus piernas;
- si necesitas llevar bultos (dos cascos, el ordenador portátil, una mochila o la ropa de deporte), entra todo bajo el asiento, que además te sirve de cofre;
- si buscas seguridad porque eres nuevo en el mundillo de la moto, tienes scooters de tres ruedas.
- si buscas un mantenimiento económico en el taller, un scooter de pequeña cilindrada es ideal;
- si buscas un seguro económico de moto, aunque dependerá de tu antigüedad con el carnet de conducir, el seguro del scooter será más barato que el de una moto de carretera de gran cilindrada;
- el impuesto de vehículos de tracción mecánica de tu Ayuntamiento (el «numerito»), será más barato de todos, por su cilindrada y caballos fiscales;
- basta con el permiso de conducir coche para poder llevar scooters de hasta 125 cc.
Entre los inconvenientes de los scooters:
- algunos, los más jóvenes, los tachan de «feos» y de poco versátiles para la carretera (pero ojo que hay maravillosos scooters «deportivos» a tu disposición como el TMax-500 de Yamaha o el BMW C-600 o la Aprilia SR Max 300);
- otros dicen que un scooter no es una moto y que no tiene «sensaciones»;
- también achacan un mayor peso a los scooters grandes frente a las motos, que suelen ser más ligeras de gobernar;
- otros dicen que el coste del taller es superior ya que «acceder» a las partes ocultas del motor exige más dedicación a la hora de desmontar el carenado que cubre toda la moto.
- por último, los scooters de gran cilindrada tienen un consumo moderadamente alto, y su pase por el taller suele ser bastante caro en el mantenimiento programado por el fabricante.
Comprar moto nueva o de segunda mano
Si te has decidido por una moto como medio para desplazarte por la ciudad, tendrás el dilema de comprar moto nueva o de ocasión. Mi consejo, tras muchas compras y ventas de motos los últimos 20 años es que compres una moto de segunda mano con poco kilometraje, ya que te ahorrarás entre un 20 y un 30% del coste de la moto nueva.
Si optas por nueva ten en cuenta estas recomendaciones:
- Compra en las temporadas valle del año (otoño e invierno), a finales de mes o finales de año. Los concesionarios de motos se quieren quitar de encima algunas unidades para cumplir objetivos de venta frente a su marca;
- Atento a los cambios de versión. Las “últimas unidades” en stock del antiguo modelo de moto suelen salir de los almacenes a buenos precios;
- Pide una prueba de la moto para conocer sus prestaciones y sentir el conjunto: manejabilidad, peso, frenada, motor, potencia, ruido que emite, etc.;
- Mira el precio recomendado de venta en la web del fabricante y a partir de ahí, busca precios en varios concesionarios, haciendo una «subasta» inversa de precios. Aunque no te puedan mejorar el precio más, ten en cuenta que sí te podrán dar alguna ventaja adicional (casco o seguro gratis, primera revisión gratis, etc.).
Si optas por moto de ocasión, ten en cuenta estas otras recomendaciones:
- Consulta los precios de la moto en las webs de venta de motos de segunda mano (Motos.net, Vibbo, Milanuncios, Wallapop, etc.);
- Mejor compra directa a un particular (pero con garantías) que a un concesionario, que te cobrará más (su margen de intermediación);
- Pídele al vendedor toda la documentación de la moto y las revisiones que haya tenido (confía en alguien que tenga facturas reales de mantenimientos en talleres sobre aquél que le haga el mantenimiento él mismo) en talleres e ITVs;
- Consulta en la DGT (Informe de vehículo) si la moto (con su matrícula), está libre de embargos por deudas o multas impagadas. Además en este informe, que solo cuesta 8,30 euros aparecerán los anteriores propietarios que pueda haber tenido la moto;
- Conoce al propietario por su forma de hablar, de ser, de expresarse. Pregúntale por qué vende la moto, por sus hábitos de conducción y el uso que haya tenido la moto y saca tus propias conclusiones sobre su fiabilidad;
- Firma un contrato de compraventa de moto usada.
Comprar moto o alquilarla
Alquilar una moto puede ser una opción sólo si el uso que le vas a dar es menos intenso que el de tenerla en propiedad. En las grandes ciudades comienzan a haber servicios de alquiler de motos.
Por ejemplo, en Blafermotos Madrid, alquilar una Vespa GTS 125 blanca cuesta 35 euros un día suelto. Por tanto si la usaras 200 días al año para ir y volver al trabajo, obviamente no te interesaría pagar 7.000 euros, mejor comprar.
Alquiler de motos eléctricas
Pero también puedes alquilar una moto eléctrica y pagar por minuto, como las bicicletas eléctricas que nos ofrecen los Ayuntamientos de las grandes ciudades. Es una oferta más de la economía del compartir («sharing economy») que tantos quebraderos de cabeza están dando a las «industrias» establecidas y a las autoridades (hoteles vs el alojamiento compartido tipo Airbnb o HomeAway; taxis vs vtc tipo Uber y Cabify, etc.).
En Barcelona y Madrid disponemos de eCooltra que alquila motos eléctricas con una autonomía de 40 kilómetros a un coste de 24 céntimos por minuto todo incluido. Si la usas durante una hora, pagarás por tanto 14,40 euros. Y si hicieras con ella 200 trayectos de ida de 30 minutos y 200 trayectos de vuelta a casa de vuelta, para ir a trabajar, pagarías un total de 2.880 euros/año.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
1 Comentarios
One Reply to “Desplazarse en moto: comprar, alquilar, compartir”
Muchas gracias por tu aportación. Feliz semana.