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Crowdlending
Seguro que has oído hablar del fenómeno «crowd» término inglés que se puede traducir como «colectivo, muchedumbre o conjunto de personas particulares». El crowdfunding y el crowdlending son dos fenómenos de las posibilidades que nos ofrencen la tecnología e Internet cuando son los particulares los que interactúan financieramente entre sí o con empresas. En este post nos vamos a centrar en las posibilidades del crowdlending como fuente de ingresos pasivos.
Qué es el crowdlending
El crowdlending es una actividad económica por la que un grupo de pequeños inversores facilitan cantidades limitadas de dinero y proporcionales a su participación en préstamos personales colectivos que se facilitan a consumidores o empresas que necesitan financiarse, pero no pueden hacerlo en mercados convencionales.
El punto de encuentro de estos pequeños inversores con algo de dinero disponible y los agentes necesitados de financiación son las plataformas de crowdlending. Estas actúan como intermediarios y garantizan que el proceso de oferta y asignación de préstamos sea transparente.
Por tanto, esta fórmula es novedosa porque los particulares nos podemos convertir, «de aquella manera», en empresarios prestamistas, aunque sea a pequeña escala. La unión de muchos particulares prestando pequeñas cantidades de dinero cada uno puede constituir un fondo suficiente para financiar uno o varios proyectos empresariales.
Mediante el crowdlending, por tanto, el colectivo, la muchedumbre, «the crowd», se convierte y sustituye a bancos y demás entidades financieras de préstamo de dinero convencionales. Y lo hace con rentabilidades altas al concederse esta financiación más cara que la convencional, ya que el prestatario no tiene acceso a estas últimas por la razón que sea.
Cómo funciona
Para convertirte en inversor de una plataforma de crowdlending tan solo tienes que dar tus datos, crear tu cuenta y a partir de ese momento acceder a los proyectos de financiación disponibles en la plataforma en ese momento.
Es decir, puedes conocer qué solicitudes concretas de financiación hay abiertas y sus rentabilidades prometidas para poder decidir en cual de ellas colaborar.
Una vez estudiados diferentes proyectos de financiación publicados en la plataforma puedes decidir asignar parte de tu fondo disponible a cada uno de los proyectos de manera que repartes tu riesgo entre varios proyectos.
A medida que van finalizando los vencimientos (que suelen ser bastante cortos), los prestatarios devuelven el principal con los intereses del préstamos y tú recibes en tu cuenta la ganancia obtenida. La suma de decenas de inversiones individuales genera rentabilidades que, por el tipo de préstamos concedidos, suelen tener rentabilidades elevadas en forma de TAE.
Finalmente, gracias al poder del interés compuesto reinvertirás en nuevos proyectos de préstamo la suma del principal y la rentabilidad acumulada y tu inversión se multiplicará en cuestión de meses.
Partes involucradas
Las partes interesadas en esta actividad de préstamo colectivo son tres:
- Pequeños y medianos inversores con liquidez individual que quieren obtener una rentabilidad de su dinero distinta a la que ofrecen los canales convencionales (productos bancarios, aseguradores o la inversión en Bolsa). Normalmente buscan una rentabilidad mayor que inversiones alternativas como los fondos de inversión. La figura de estos inversores es la de prestamista colectivo con riesgo de impago muy diluido.
- Prestatarios necesitados de fondos para su actividad profesional. Pueden ser particulares o empresas necesitadas puntualmente de financiación.
- Plataforma de intercambio o marketplace donde se dan la mano los prestamistas y los prestatarios. La plataforma se encarga de captar proyectos e inversores y de garantizar un funcionamiento seguro y transparente de las operaciones (los préstamos concedidos, su devolución correcta en plazo, el reparto de rendimientos entre los prestamistas partícipes, etc.).
Consejos si inviertes
El crowdlending con independencia de la cantidad invertida, no deja de ser una actividad de préstamo. Y el mayor riesgo de un préstamo es el impago de parte o de toda la cantidad prestada, con el coste de la litigiosidad asociada. Por tanto, cuanto menor sea nuestra exposición a un proyecto concreto y más repartidos nuestros fondos en más proyectos, menor nuestro riesgo de impago. Y más repartido ese riesgo.
Si eres un inversor inquieto sabrás que uno de los principios básicos de cualquier inversión es la diversificación de tu cartera para diluir el riesgo. Por ello una forma inteligente de diversificar tu riesgo es invertir en fondos indexados.
Así que, si te metes en crowdlending, el mejor consejo es:
- Estudiar cada proyecto de financiación por el que te sientas atraído sin dejarse llevar solo por su rentabilidad prometida (se mide en forma de TAE de la operación). Esto incluirá el cuánto dinero se pide, cuándo se devolverá (plazo), quién lo solicita y para qué, etc.
- Analizar la rentabilidad ofrecida por la plataforma en la que participemos y el riesgo de impago de la empresa que solicita la financiación. Es decir, intentar analizar la solvencia de la empresa prestataria igual que hacen los bancos con los particulares antes de concederles un préstamo.
- Diversificar nuestros fondos en varios proyectos de financiación para diluir el riesgo de un potencial impago. Por ejemplo, si dispones de 1000 euros como bolsa de inversión, es mejor desde el punto de vista del riesgo, hacer 10 préstamos de 100 euros cada uno con una promesa de rentabilidad del 5%, que uno de 1000 euros con una rentabilidad igual o superior. Cierto, ¿no?
- Conocer las condiciones del intermediador. Es decir, que la plataforma que facilita el encuentro entre prestamistas y prestatarios se lleva una parte de cada proyecto. Por tanto conviene consultar las condiciones de las distintas plataformas de crowdlending en el mercado.
- Por último, conviene saber que, como cualquier otra actividad económica, los rendimientos de nuestro dinero obtenidos por esta actividad de préstamos colectivo, deben tributar a Hacienda también. Tenlo en cuenta.
Tipos de ingresos
Como cierre de este post quiero recordar los distintos tipos de ingresos de que disponemos los ciudadanos de a pie según Robert Kiyosaki. Para este experto en educación financiero hay tres posibles formas de obtener ingresos en la vida.
Como ves, Kiyosaki habla de «earned income», de «portfolio income» y de «passive income». El primer grupo de ingresos engloba lo que obtenemos por nuestro trabajo. Tanto dedicas de tu tiempo, tanto ganas. Por tanto, no se puede decir que el dinero trabaje para nosotros. Todo lo contrario, nosotros trabajamos para obtener dinero. Esta es la parte más «laboriosa» de los ingresos y de alguna manera la trampa en la que millones de personas viven cada día.
El segundo grupo de ingresos son las inversiones en carteras de acciones y títulos valores. Aquí el dinero sí que trabaja para nosotros en forma de rendimientos, dividendos y ganancias obtenidas. Pero, aún así, estas inversiones requieren esfuerzo y seguimiento para mantenerse rentables.
Sin, embargo, los ingresos pasivos aportan ingresos de forma automatizada tras un primer esfuerzo inicial, digamos que de «puesta en marcha». Y tienen la posibilidad de generar ingresos de forma recurrente sin un nuevo esfuerzo por el inversor. De ahí la importancia de los ingresos pasivos en nuestras vidas como inversores.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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