En el capítulo anterior del Curso sobre inversión de Finlit hemos analizado las tres variables básicas de toda inversión: rentabilidad, riesgo y liquidez. En este segundo capítulo, analizaremos el significado de la máxima «Conócete a ti mismo» en finanzas personales.
Tabla de Contenidos
Saber invertir tu dinero
El siguiente paso desde que salimos de la pobreza y somos capaces de ahorrar algo de dinero cada mes y desde una edad muy temprana, habiendo constituido un fondo de emergencia es saber invertirlo.
De nada sirve si el dinero que logremos ahorrar 60 euros al mes, si mantenemos el saldo en una cuenta corriente del banco que no nos remunera nada por nuestro dinero. En este caso, la inflación, si es positiva, se «comerá» nuestro ahorro. Así que, el primer objetivo de este curso sobre inversión es conocer cómo y dónde invertir nuestro ahorro para maximizar el retorno de nuestro dinero.
Pero para saber dónde, cómo y cuándo hacerlo, primero hay que hacer un ejercicio de introspección previo y conocernos a nosotros mismos.
Conócete a ti mismo
Hace miles de años que en el Templo de Apolo en el antiguo recinto griego de Delphi se grabó sobre la piedra la frase «Conócete a ti mismo». El sentido «filosófico» de este mandato invitaba a conocerse a sí mismo, indagar dentro del ser, para ser capaces de tomar decisiones acertadas en la vida.
Llevado a las finanzas personales, esta frase significaría, más o menos, conoce tu grado de aversión al riesgo en las decisiones de inversión que tomes a lo largo de tu vida.
Aversión al riesgo
La aversión al riesgo es un concepto financiero-económico que describe la actitud de una persona hacia la toma de riesgos con su dinero.
Concepto subjetivo
Antes de nada hay que decir que se trata de un concepto totalmente subjetivo. Es decir, que cada cual tiene su idea de lo que es un riesgo menor o mayor de cara a cualquier decisión o producto financiero.
Concepto cambiante
Además, la aversión al riesgo es un concepto cambiante con el tiempo. La aversión al riesgo de cada cual puede variar a lo largo de las diferentes etapas vitales por las que atraviese.
Está claro que si estás comenzando a ahorrar dinero y tu horizonte temporal es de varios años (comprar una casa dentro de 10 años o jubilarme dentro de 40 años), tu percepción del riesgo será menor que si tienes 64 años y te ofrecen invertir todos tus ahorros en una «nueva oportunidad de inversión», que no asegura rentabilidad pero que puede ser un «pelotazo».
Según la aversión al riesgo de cada cual hay perfiles de inversores distintos. Las entidades financieras lo saben y diseñan productos de inversión para cada uno de estos perfiles.
Los 3 perfiles de inversor
En función de su mayor o menor aversión al riesgo podríamos, simplificando mucho, definir tres perfiles-tipo de inversor: el conservador, el moderado y el arriesgado. Para cada uno de ellos hay distintos productos financieros donde invertir en función de ese perfil.
Inversores defensivos
Los inversores más aversos al riesgo son los que más miedo manifiestan a la hora de invertir su dinero ahorrado. Tienden a preferir opciones seguras y estables, incluso si esto significa obtener rendimientos más bajos en comparación con opciones más arriesgadas que podrían ofrecer mayores ganancias.
Se trata de personas que piensan que su dinero se perderá y que «virgencita, que me quede como estoy». El problema de este tipo de personas es que posiblemente no conocen todas las posibilidades, bastante seguras de invertir,
Inversores intermedios
El inversor con un perfil de riesgo intermedio valora el riesgo con prudencia, pero le da más importancia a la rentabilidad. Es una persona que quiere con sus inversiones, al menos «batir a la inflación».
Es decir, conseguir una rentabilidad real por encima de la inflación en todo momento. Es decir, que no perderá dinero en ningún momento porque entiende lo perjudicial que es la inflación con el valor del dinero.
Inversores arriesgados
Este tipo de perfil es aquel que persigue maximizar el retorno de su dinero, incluso aceptando que está arriesgando una parte del mismo (o todo dependiendo de lo cauto que sea) con la promesa de rentabilizar al máximo su dinero.
Estas personas tienen una mayor tolerancia al riesgo están dispuestos a asumir niveles más altos de incertidumbre y volatilidad en busca de rendimientos potencialmente mayores.
Los inversores aversos al riesgo tienden a buscar activos más estables y menos volátiles, como cuentas remuneradas o depósitos a plazo fijo, mientras que aquellos con una mayor tolerancia al riesgo pueden optar por inversiones más arriesgadas, como acciones o fondos de inversión, de mayor volatilidad.
El factor tiempo a la hora de invertir
Y en función también del objetivo perseguido con la inversión y del horizonte temporal, existen productos para invertir a corto plazo, a medio y a largo plazo.
En el siguiente capítulo vamos a analizar todas las posibilidades de inversión que tiene un ahorrador, teniendo en cuenta el factor tiempo, el riesgo y el retorno esperable.
Sin comentarios