Aunque parecía altamente improbable, el proyecto ha terminado llegando a buen puerto. Asahi Linux, el grupo dirigido por el hacker de seguridad Héctor Martín, ha sido capaz de poner en marcha (y a pleno rendimiento) el sistema operativo Linux dentro de los ecosistemas de Apple que están dotados con chips M1.
El resultado entraña un laborioso trabajo de fondo, teniendo en cuenta que los de Cupertino optaron por diseñar un procesador en el que no fuera posible ejecutar de manera nativa ni Windows ni Linux.
El paso del calendario da cuenta de cómo ha ido avanzando Asahi desde que a finales de 2020 llegaran al mercado los revolucionarios MacBook M1. El equipo tuvo claro desde el principio que el uso de la ingeniería inversa y el estudio pormenorizado de controladores de sistemas iban a ser claves para que el soporte de Richard Stallman acabara funcionando en Apple. La perseverancia y el esfuerzo grupal se ocuparon del resto.
Fue a partir de esa fecha cuando Asahi Linux creó su canal de YouTube para ir exponiendo poco a poco y de manera didáctica cada uno de los progresos obtenidos.
De esta forma, se habilitó un repertorio de vídeos enfocados a mostrar públicamente todas las labores de programación derivadas del proyecto. La sucesión de los meses trajo consigo la primera recompensa: en octubre de 2021 los de Héctor Martín lograron implementar un escritorio básico en la estructura de los M1.
A pesar de ello, este atisbo inicial de conquista por parte de Asahi todavía estaba lejos del objetivo primigenio, entre otras cosas porque aún no se había desarrollado una guía de instalación que fuera comprensible para usuarios inexpertos.
El otro gran inconveniente vino de la mano de los procesadores gráficos (GPU) de Apple, cuyos chips plantearon grandes restricciones a la hora de vehicular los entornos visuales de Linux.
El primero de estos obstáculos fue superado el pasado mes de marzo, lo que sirvió para que de ahí en adelante cualquier persona con no demasiados conocimientos de informática pudiera afrontar con éxito la tarea de instalar Linux y aprovechar su arquitectura básica en un MacBook M1.
La confirmación está en la seguridad
El logro de Asahi Linux ha disparado el rendimiento del sistema operativo en el entorno de Apple, sobre todo en labores que implican multitareas, gestión de archivos pesados y articulación de protocolos de seguridad en espacios virtuales.
Es justamente este último aspecto el que garantiza que la instalación de Linux se ha llevado a cabo de manera satisfactoria. De hecho, suele decirse que el sistema está listo para usarse cuando es capaz de interpretar mecanismos de ciberprotección tan elaborados como los que incorporan el comercio electrónico y las plataformas de juegos de azar.
En el primero de los casos, los ecommerces traen consigo un complejo mecanismo informático cuya tarea no es otra que la de cifrar toda la información sensible que los compradores depositan en las pasarelas de pago y que posteriormente viaja hasta el servidor.
De ello se ocupa la tecnología TLS (Transport layer security), de ocultar números de cuenta, contraseñas o nombres completos frente a la amenaza de los hackers. Se trata de una herramienta que a día de hoy no tiene rival en lo que a prevención de robos de datos confidenciales se refiere.
Por su parte, con los portales web dedicados al juego ocurre algo parecido en materia de ciberseguridad, aunque con una ligera diferencia: estos se han vuelto especialistas en activar protocolos que sirven para verificar perfiles, impidiendo así que se produzcan delitos de suplantación de identidad.
Uno de los métodos de pago más seguros por su reputación y sencillez durante los últimos años ha sido Paypal. En este sentido, se ha convertido en un mecanismo especializado en la transferencia online de dinero gracias a la versatilidad de su plataforma vitual con infinidad de métodos para añadir dinero o asociarlo mediante dispositivos.
De este modo, destacan sobre todo las casas de apuestas deportivas paypal, en las que no se deja de innovar. Uno de los últimos mecanismos añadidos en materia de ciberseguridad ha sido el empleo del conocido como sistema KYC (Know your customer). Una herramienta informática, que es ya un clásico en el pago de pronósticos online, centra su trabajo en confirmar que el usuario que intenta acceder a su cuenta es en efecto quien dicen ser.
El procedimiento no admite fisuras: el operador solicita al apostante todos los documentos digitales que sean necesarios para que la identificación se resuelva con total efectividad.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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