En los tiempos que corren, cada vez son más las personas que apenas ingresan dinero suficiente como para poder llegar a fin de mes. Muchas de ellas tienen que hacer malabares para pagar sus facturas y se encuentran con dificultades para encontrar un proveedor de financiación. Por eso buscan préstamos, a cualquier precio, donde no les rechacen la aprobación. Pero estos no son siempre lo más adecuado. En este post vamos a darte cinco consejos para prepararse para un préstamo.
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Qué son los préstamos con DNI irrechazables
Cuanto más aprieta la necesidad, mayor es la desesperación de muchos usuarios por conseguir una financiación para poder tirar para adelante un mes más. Sin embargo, las empresas de créditos rápidos suelen exigir garantías de que el prestatario les devolverá el dinero prestado.
Estas garantías pasan por tener un historial crediticio limpio y sin incidentes de pago. Pasan por ser capaces de demostrar nuestros ingresos en forma de nóminas o ingresos estables. O por no disponer de otros préstamos y deudas documentadas.
Si no eres capaz de demostrar esto, pero sigues necesitando una financiación, es posible que des con una web donde te ofrezcan un préstamo sin condiciones, solo con presentar tu DNI.
El problema de los llamados préstamos con DNI irrechazables es que los intereses que solicitan son muy altos lo que, unido al corto periodo de tiempo de devolución, puede hacer que ahorrar para devolver el préstamo sea complicado.
Por eso, sigue estos cinco consejos que te damos a continuación para no caer en una espiral de deudas que te lleve a una situación delicada si necesitas financiación.
¿Realmente necesitas dinero?
Si sigues Finlit, sabrás que muchas veces hemos dicho en nuestra web que llegar o no a fin de mes es un asunto de organización de tus finanzas personales y de priorización.
Las finanzas personales de cualquier persona o familia son el resultado de restar a los ingresos y suma ahorrada los gastos de cada período (generalmente el mes).
Si cada mes gastas más que ganas, estarás consumiendo tu ahorro, y a la vuelta de poco tiempo no tendrás reservas en tu hucha para poder continuar con el mismo estilo de vida.
Por ello es imprescindible que conozcas tu estructura de gastos y que puedas desmenuzar las distintas facturas que pagas cada mes en dos grandes bloques iniciales: gastos imprescindibles para vivir y gastos prescindibles que me quitan calidad de vida, pero puedo pasar sin ellos.
Puedes gastar mejor
Gastar mejor significa priorizar mejor tus necesidades de gasto. Obviamente, en la pirámide de gastos de una persona o familia, lo primero que se necesita cubrir es el alojamiento y la manutención.
Prioriza el gasto en alquiler y en suministros (agua, luz, gas, etc.) y, en alimentos indispensables. Pero comienza por dar de lado alimentos más caros, sustituye producto fresco por producto congelado, reaprovecha los alimentos, no tires comida, etc.
Y elimina el gasto superfluo de tu lista, ya sean los llamados gastos hormiga (pequeños desembolsos diarios como el café, el tabaco, la lotería, etc.) o gastos prescindibles (ropa, moda, ocio, restaurantes, viajes, etc.).
También puedes ingresar más
Si por el lado del gasto ya no puedes recortar más, te tienes que preguntar cómo puedes ingresar más. Recuerda que la ecuación para llegar a fin de mes se calcula restando a tus ingresos mensuales tus gastos mensuales.
Si no puedes gastar menor, es el momento de ingresar más. Y eso lo puedes hacer a corto plazo poniendo a la venta en webs y Apps de segunda mano cosas que ya no utilices y que serán de utilidad para otra persona.
A medio y largo plazo puedes optar por formarte con cursos gratuitos públicos o con el propio Internet, que es un vergel de cursos y videos de formación gratuitos del que puedes beber.
Hoy en día, con un poco de actitud se puede aprender cualquier oficio de los de antes (fontanería, albañilería, mecánica, etc.), se puede conducir un VTC o un camión de transporte, se puede dar clases de una materia que conozcamos bien, se puede trabajar en hostelería, etc.
Si eres persona formal y cumplidora con tus jefes, sin duda tendrás la posibilidad de ingresar un poco más de dinero para compensar tu falta de ingresos suficientes para cubrir tus gastos.
Mi Plan B
Para llegar a fin de mes, también es necesario disponer de un Plan B para emergencias.
Los gastos extraordinarios son aquellos que, previsibles o no, ocurren, posiblemente en el peor momento de nuestras finanzas. Y no queda más remedio que afrontarlos.
Tener en Plan B para hacer frente a estos extraordinarios depende del denominado fondo de emergencia. Se trata de una bolsa de dinero que deberíamos tener ahorrada y siempre repuesta, para hacer frente a lo extraordinario. En empleados por cuenta ajena se recomienda disponer de 3 meses netos. Y en autónomos y personas con menor estabilidad de ingresos, 6 mensualidades de ingresos netos.
Un gasto extraordinario previsto puede ser el seguro anual del coche, o el IBI de casa, o la matrícula de la Uni de los niños. Estos gastos deberíamos intentar afrontarlos en el mes que se den (es conocido), con los ahorros de meses anteriores. Esto es posible con planificación financiera y visión de nuestras finanzas a largo plazo.
Luego están los gastos extraordinarios imprevisibles, que deberán ser atendidos con este fondo. Hablamos de una enfermedad sobrevenida, una multa de tráfico, un impuesto que no esperábamos etc.
Pero recuerda que, dinero que salga del fondo, debe ser repuesto con los primeros ingresos que obtengamos, de forma prioritaria.
Si aún así necesitas dinero
Si después de leer los anteriores 4 consejos de finanzas personales necesitas recurrir a un préstamo o crédito personal, sigue estos consejos de última hora:
- Evalúa tu capacidad de pago: antes de pedir un crédito rápido, asegúrate de que puedes devolver el dinero en el plazo establecido sin comprometer tu economía. Si no es así no te endeudes más sino que negocia con tus acreedores una flexibilización en la devolución de tus deudas.
- Compara ofertas de distintas entidades: investiga diferentes opciones de créditos rápidos en el mercado y compara sus tasas de interés, comisiones y plazos de pago para encontrar la mejor opción.
- Lee detenidamente las condiciones del contrato: asegúrate de entender todas las cláusulas del contrato de crédito antes de firmarlo. Si tienes dudas, pide aclaraciones.
- Verifica la confiabilidad de la empresa: antes de solicitar un crédito rápido, investiga la reputación de la empresa prestamista, para evitar fraudes o estafas.
- Calcula el costo total del crédito: asegúrate de entender cuánto tendrás que pagar en total por el crédito, incluyendo intereses, comisiones y otros cargos.
- Ten en cuenta el plazo de pago: evalúa si el plazo de pago del crédito se ajusta a tus necesidades y posibilidades de pago.
- Considera los riesgos de pedir un crédito rápido: ten en cuenta que los créditos rápidos suelen tener tasas de interés más elevadas que los créditos tradicionales, lo que puede afectar tu economía a largo plazo.
- No pidas más dinero del que necesitas: evita pedir más dinero del que necesitas, ya que esto aumentará el costo total del crédito.
- Asegúrate de tener un plan de pago: elabora un plan de pago antes de solicitar el crédito rápido, para asegurarte de que podrás cumplir con las cuotas.
- Prioriza el pago del crédito: una vez que tengas el crédito, prioriza su pago para evitar intereses moratorios o penalizaciones. Cuanto antes elimines tus deudas de tu lista de obligaciones, antes podrás sanear tu presupuesto familiar.
Juan del Real Martín
Soy economista por la Universidad Complutense de Madrid, especialización Finanzas. He alcanzado la independencia financiera y me gustaría ayudar a los demás a entender mejor los asuntos de dinero y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento de la vida. La educación financiera es básica para que puedas lograrlo tú también.
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